Luis Piedrahita: «Volver a León me encanta, espero que en la preciosa Catedral no haya un Starbucks»

Una vez más, Piedrahita olisquea la realidad con afán de cerdo trufero y saca a relucir los aspectos más absurdos de nuestro día a día. Temas de hondo calado existencial como las cejas negras de las señoras mayores, el miedo al váter ajeno o el amor verdadero. antes de subirse al escenario del Auditorio saca un rato de su ajetreada agenda para charlar con leonoticias..

-¿De qué trata este nuevo espectáculo 'Es mi palabra contra la mía' que viene a presentar a León?

-El show habla de esa gran contradicción del ser humano que es el hecho de que nadie esté contento con lo que le ha tocado. Nadie está contento con su edad, ni con su aspecto, ni con su salario... Sin embargo, cada mañana seguimos encontrando un motivo para levantarnos y seguir adelante. ¿Cómo es posible? La pregunta es ¿somos acaso felices en un mundo en el que odiamos todo lo que nos rodea? Bueno, en el show intento encontrar la respuesta a esa pregunta. O lo que es mejor, intento encontrar más preguntas.

-Hace un humor basado en lo cotidiano y de carácter atemporal, ¿qué es lo que le gusta de esta tendencia? y ¿ha decidido explorar nuevos campos?

-Me gusta entender el humor como un arma de construcción masiva. Existe un humor beligerante y reivindicativo, muy necesario, que busca atacar al malvado y denunciarlo. Yo prefiero ignorar al malvado. Practico un humor más poético, de la imaginación y del surrealismo. Nunca hablo de política, nunca hablo de personajes famosos y nunca hablo de cosas que estén de moda. Me gusta hablar de los grandes temas. Aquellos que están vigentes siempre y en cualquier rincón del mundo.

-¿Cómo hace para cambiar de su faceta de mago a la de cómico? Y ¿Cuánto le ayuda la magia a complementar su disciplina cómica y viceversa?

-Yo actúo con la moral de un contrabandista. Todo lo que he aprendido del humor me lo llevo y lo aplico a la magia para conseguir que mi magia sea más divertida. Sin embargo, te digo que el viaje más interesante es el inverso. Me gusta mucho aplicar todo lo que sé de la magia en mis espectáculos de humor. Eso consigue una especie de humor mágico, más inesperado y emocionante.

-¿Dónde le cuesta más cerrar un espectáculo en la magia o en la comedia?

-En la magia uno puede apoyarse en la muleta del efecto. El hecho de que uno sea capaz de lo imposible ya le hace la mitad del camino. En el humor la última carta es sólo uno mismo. En el humor uno ha de cerrar el espectáculo sin más ayuda que su ingenio, su personalidad, su cuerpo y su voz. Los finales siempre son difíciles, en todas las disciplinas. En mi caso, los finales de los espectáculos de humor me demandan un plus de energía.

-En el cartel aparece con unos guantes de boxeo, ¿subirse al escenario es una forma de enfrentarse a sí mismo?

-El show habla de contradicciones y de los golpes que nos da la vida. Por eso el título y los guantes de boxeo.

-Tanto a la hora de hacer magia como comedia, ¿tiene preferencia por algún escenario (televisión, teatro, sala) en concreto?

-El teatro siempre es el lugar en el que uno quiere estar. En el escenario es donde suceden las cosa de verdad. El que ha visto un monólogo en Youtube y cree que eso es como ir al teatro está muy equivocado. Eso es como decir que hacer el amor es parecido a ver porno en internet. Las cosas de verdad suceden en persona y nada puede competir con el directo.

-Tiene presencia en radio, televisión, teatros, etc., ¿esto se debe a la inestabilidad de este mundo a su faceta de explorar todos los territorios?

-Me gusta explorar territorios. Cada uno de los medio tiene sus herramientas y sus peculiaridades. En la radio se pueden hacer cosas que no se pueden hacer en los libros y en los libros se pueden hacer cosas que no se pueden hacer en la tele o en el cine. Cada medio tiene su lenguaje y me encanta explorarlos.

-Fue el ganador del primer I Certamen de monólogos del Club de la Comedia, ¿qué le pareció esta irrupción del stand up?

-Eso sucedió hace 20 años exactamente y cambio mi vida profesional. Era una época en la que el stand up no era conocido en España, todos los capítulos de los Simpson eran buenos y las cosas se pagaban en pesetas. Empezaba el Club de la Comedia y Paramount Comedy y unos cuantos veinteañeros empezábamos a hacer stand up comedy. Luego la cosa explotó y la onda expansiva dura hasta hoy. Tengo muy buenos recuerdos de aquellos años.

-Regresa a León, ¿recuerda algo de esta ciudad?

-Tengo familia en León. Es una ciudad que me encanta aunque la visito menos de lo que me gustaría. Recuerdo que antes había una catedral preciosa, ¿sigue ahí o han puesto ya un starbucks?