La elegancia rusa brilla en León

Sutileza, elegancia y majestudosidad sobre las tablas del auditorio ciudad de León. El Ballet Imperial Ruso ha hecho escala este domingo en León para acercar a un auditorio que rozaba el lleno la Gran Gala Tchaykovsky y Bolero, una selección de las mejores piezas del célebre compositor ruso.

Dividido en tres actos, el espectáculo comienza con la Boda de la Princesa Aurora de La Bella Durmiente, un emotivo y romático acto de 45 minutos de duración en el que los movimientos no dan tregua y los famosos personajes de los cuentos de Charles Perrault acuden a esta ceremonia.

El Acto Blanco del afamado Lago de los Cisnes es la segunda representación del ballet. En ella, el Príncipe Sigfido conoce a la dulce Odette en un lago lleno de hermosos cisnes.

El ballet, integrado por 45 bailarines finaliza con la Fiesta Mágica de El Cascanueces dónde este célebre personaje de la ya cultura popular se convierte en un bello príncipe y los juguetes cobran vida bailando para la protagonista.

Tres de las composicones más famosas de uno de los músicos románticos más importantes de todos los tiempos y que culmina la gala con el Bolero de Ravel con la coreografía de N. Androsov.

La compañía, creada por Maya Plisetskaya en 1994 es heredera de la escuela rusa de ballet, cuyas tradiciones se transmiten de generación en generación y la dirección artística corre a cargo de Gediminas Trandá, el que fue estrella del Teatro Bolshoi y pupilo de Yury Grigorovich, actualmente uno de los directores artísticos más importantes de Rusia.

Con una escenografía cuidada al detalle, movimientos completamente acompasados y una complicidad a la altura de las mejores compañías de danza, el Ballet Imperial Ruso ha desplegado en el Auditorio Ciudad de León un repertorio clásico que hizo disfrutar a un público de todas las edades entregado y que seguro, salió enamorado por la dulzura y fragilidad de estos bailarines.

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