Valderas, escenario del espectáculo ‘Maravilla en el país de las miserias’ de la compañía Átikus Teatro

Ane Sagüés y Jon Muñoz, de 18 y 14 años respectivamente, interpretan en 'Maravilla en el país de las miserias' a dos niños que tratan de no perder la inocencia a pesar de la guerra. Ambientada en un país árabe, la obra bien podría desarrollarse en el contexto de cualquiera de los conflictos bélicos cuyas terribles consecuencias copan cada día los telediarios. Bajo las bombas, la imaginación se presentan para los protagonistas como el refugio más seguro, la única esperanza. «Van superando el miedo y la soledad a través de la fantasía, del juego, de la amistad, y consiguen crear un mundo 'de las maravillas' donde poder seguir siendo niños», cuentan los creadores de la obra. Ángel Sagüés, autor y director del montaje, se ha basado en el relato 'Macario', de Juan Rulfo, y en el cuento 'Alicia en el país de las maravillas', de Lewis Carroll, para darle forma a un espectáculo que surgió casi por casualidad.

Fruto del trabajo final de un taller veraniego de teatro que los jóvenes actores cursaron en su pueblo, el municipio navarro de Etxauri, 'Maravilla en el país de las miserias' creció hasta convertirse en una historia narrada en 50 minutos que pretende «hacer reflexionar a la gente, dar voz a todos los niños que no tienen nuestra suerte», asegura Ane Sagüés. «Porque acabar con la esperanza de vida, con el potencial de amor, creatividad, belleza, valor y sabiduría de un solo niño o de una sola niña es una barbarie», declara el equipo artístico de Átikus.

No es la primera vez que la compañía aborda montajes con fuerte contenido social. El discurso teatral de Átikus, compañía implicada en su región en muchas iniciativas de pedagogía teatral, incluye la idea de «conectar con la realidad social que nos ha tocado vivir para ser un reflejo de ella, de una sociedad que sin duda encierra historias dignas de ser contadas», afirman quienes persiguen involucrar al público, inspirar el deseo de ser personas más conscientes, solidarias y libres mediante un modo de hacer «sencillo en la forma y comprometido socialmente en el contenido». En esta línea de trabajo los profesionales navarros han producido montajes de teatro como 'La caída del Homo Sapiens', 'Fuera de lugar, fuera de tiempo' o 'El pobre de mí, tío Vania'.