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La inauguración este jueves de la temporada en La Scala de Milán, el teatro de la ópera más importante del mundo, tiene sabor español. Y no sólo porque la obra elegida para el cartel de la representación del día de San Ambrosio, patrón de la ... ciudad italiana, sea el 'Don Carlos' de Giuseppe Verdi, en el que se evoca el ambiente de la España del Siglo de Oro. La dirección escénica corre a cargo de Lluís Pasqual, mientras que Daniel Bianco se ha encargado de las escenografías y Nuria Castejón de las coreografías. En esta 'prima' de La Scala en la que habrá ausencias señaladas en el Palco Real, pues no acudirán el presidente de la República, Sergio Mattarella, ni tampoco la jefa de Gobierno, Giorgia Meloni, volverá a ponerse al frente de la orquesta Riccardo Chailly como director musical.
Entre las intérpretes destaca la soprano rusa Anna Netrebko, una de las grandes divas actuales del mundo de la ópera y que participa en su sexta apertura de temporada en el teatro milanés. Netrebko pondrá voz a la princesa Isabel de Valois, mientras que Felipe II estará encarnado por el bajo italiano Michele Pertusi y el tenor Francesco Meli será el príncipe Carlos. Completa el elenco principal de la 'prima' el bajo surcoreano Jongmin Park en el papel del Gran Inquisidor en sustitución del estonio Aun Anger, baja de última hora por enfermedad.
En el escenario de La Scala se respirará durante la representación de la ópera de Verdi «un olor a iglesia», según explicó Pasqual, quien encontró la inspiración para ambientar la obra durante una visita a Toro. Quedó fascinado por una gran ventana de alabastro de la colegiata de Santa María la Mayor de la ciudad castellana y decidió recuperar ese material para el 'Don Carlos'. «Cuando no había vidrio, el alabastro era un material que se utilizaba en la arquitectura religiosa y civil», explicó el director catalán. Por ello la escena estará dominada por una gran torre de alabastro. Al mismo tiempo, Pasqual ha tratado de darle a toda la representación «una impronta propia de Shakespeare, del que Verdi «era un gran admirador». En ese aire de «tragedia 'shakespeariana' que ha construido se perciben los riesgos del nacionalismo y de la religión, que marcaban la España del siglo XVI. Ambos elementos siguen hoy «separándonos del conocimiento de los demás», señaló Pasqual, recordando los «resultados que estos dos pecados originales producen en el mundo».
El inicio de la temporada en La Scala de Milán coincidió con una magnífica noticia para el mundo de la ópera: la proclamación por parte de la Unesco del canto lírico italiano como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El reconocimiento se produjo por aclamación por parte de los representantes de los países miembros del comité de este organismo de la ONU encargado de la cultura, en una reunión mantenida este miércoles en Botswana. La declaración es fruto de la campaña promovida desde hace años por la asociación de artistas del sector en Italia y supone un indudable impulso a una de las grandes excelencias artísticas del país.
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