A pecho descubierto por la alfombra

Muchos escotes muy pronunciados y no todos acertados, como el Elie Saab blanco impoluto de la tenista Venus Williams, que parecía que en cualquier momento iba a dejar a dejar ver más de la cuenta. En la misma línea que su hermana, Serena, con un Gucci en tono fresa con detalles negros que, quizá por los toscos zapatos de plataforma y los guantes, no parecía un vestido confeccionado por la casa italiana. También una pena el escote tipo pezoneras tan incompresiblemente en tendencia por el que se decantó la ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto Ariana DeBose, que deslucía el resto del bonito traje de Valentino. Curiosamente la actriz Tracee Ellis Ross llevó un -terrible- Carolina Herrera con un escote y un color muy parecido.

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Sí cumplió con el protocolo establecido Penélope Cruz, muy favorecida con un vestido Chanel negro en un guiño al esmoquin, con un cuello halter en el que se dibujaba una suerte de pajarita en paillettes, botonadura en el cuerpo y, algo que le encanta, los bolsillos en la falda. La actriz española no solo estaba perfecta con su vestido, también con su maquillaje y peinado. No estuvo tan acertada Jessica Chastain con un Gucci estilo sirena que perdía mucho en la recargada parte baja del vestido. Un estilo sirena por el que también se inclinó Zendaya, maravillosa en un Maison Valentino muy adaptado a su estilo con una camisa corta que dejaba su abdomen al aire. Recordaba mucho al estilismo que eligió Sharon Stone en los Oscar de 1998, también similar al sobrio conjunto de falda y blusa de Bottega Veneta que se ha enfundado este año Uma Thurman.

Estupendas también estaban Nicole Kidman con un Armani Privé grisaceo con falda peplum, la cantante Sofia Carson con un Giambattista Valli negro de corte princesa y Zoe Kravitz, con un delicado Saint Laurent en rosa empolvado. Mucho más arriegadas fueron la compositora británica Naomi Scott, con un Fendi en el que destacaban unos trabajados bordados, y la actriz Maggie Gyllenhaal, con un escultural vestido joya de Schiaparelli.

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Los hombres se ciñeron más a las pautas estilísticas dictadas por la Academia, como los elegantes Bradley Cooper, Jacob Elordi -de Burberry- o Rami Malek, mientras que Andrew Garfield estuvo perfecto sin seguir a rajatabla las normas, dando un toque de color con una chaqueta de terciopelo granate de Saint Laurent y lazada en lugar de pajarita. A Woody Harrelson, sin embargo, parecía que le había prestado el traje su hermano mayor. Un desastre.