La Torre de Fresno seguirá vigilando la Valduerna

La torre de Fresno recupera su mejor presencia para vigilar La Valduerna. Alzándose entre un llano, sorprende que con el paso de los siglos esta torre todavía siga en pie. Y lo hará durante más generaciones tras la inversión realizada para una rehabilitación que la ha sacado de la ruina.

Para ello, ha contado con 91.000 euros de presupuesto, financiados casi al 90% por el Plan de Restauración de Bienes Inmuebles puesto en marcha en 2018 por el Instituto Leonés de Cultura.

En un estado casi de abandono, la intervención ha permitido dar un nuevo lustre al mirador de esta tierra. La Torre de Fresno, que había perdido su cubierta, vuelve a tener un tejado que cubra el interior de los ataques de la climatología. Sus característicos arcos apuntados de la planta baja dan un nuevo recibimiento, con la reparación de dos de los cuatro arcos y un camino de acceso.

Esta torre cuadrada de mampostería perteneciente al municipio de Villamontán de la Valduerna, cuenta ahora con un interior renovado con forjados y una escalera para poder llegar hasta las ventanas ojivales de la planta más alta.

Una torre con historia, impregnada ya en el imaginario de la Valduerna, que cuenta con la denominación de Bien de interés cultural desde 1949.

Con origen romano en el Siglo II, un primitivo pueblo se agolpaba en torno a esta torre y se considera que en el siglo XVI fue usada como edificio religioso, aunque la tradición oral establece un origen incierto, incluso lo incluyen dentro de una antigua fortaleza musulmana.

En su informe de intervención incluso se apunta a que su mampostería ha sido poco a poco mal apropiada por algunas personas que se acercaban hasta allí, sirviendo de cantera.

Vestigio de una edificación mayor, bien iglesia o fortaleza, la Torre de Fresno se levanta fuerte e imponente en el paisaje de esta tierra.

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