Telón de la memoria leonesa, declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931, la Muralla medieval, conocida popularmente como la cerca medieval es, por derecho propio, uno de los vestigios más importantes de León.
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Un lienzo de la ciudad que, se levantó en el siglo XIV para proteger el Burgo Nuevo, el área de la ciudad que se expandió desde el siglo XIII, y de la que en la actualidad se conserva en pie algo menos de un kilómetro.
Una joya para ser admirada pero que se abre paso al caminante en la calle Las Cercas, dibujando un 'viaje' al pasado que enlaza el Barrio Húmedo desde la plaza Riaño con San Francisco pasando por Puerta Moneda.
Su relevancia es indiscutible, sin embargo, vive en el eterno letargo del olvido, que le ha sometido a un deterioro que los vecinos de la zona atisban con pesadumbre día tras día.
En el entorno de Puerta Moneda, su deterioro se agudiza con la pérdida progresiva de piedras, sin que ello se traduzca en una intervención, y en las próximidades de la Plaza Riaño la muralla se ha convertido en el «meadero del Húmedo» y un «cagadero canino»
Una fortificación que además se ha convertido en últimos años en objetivo de los vándalos del spray. Los grafitis se suceden y decoran su antojo los 450 metros de esta fortificación así como los portones 'cosidas' a la construcción medieval.
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Algunos de esos grafitis llevan impregnados entre sus piedras más de un año, cuando leonoticias hizo público la situación de este tramo de la muralla. Por aquel entonces, el Ayuntamiento informó el traslado inmediato de un equipo de limpieza para lograr la recuperación del estado original de la muralla.
Un año después, comparando las imágenes de un día y otro se pueden apreciar la existencia de las mismas pintas. Y todo, lamentan los vecinos, de la reciente campaña especial de limpieza del casco histórico que puso en marcha el Ayuntamiento de León y que se centró, entre otras cuestiones, en la limpieza de los grafitis.
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Un malestar que se ha agudizado en las últimas semanas. El motivo, uno de los portalones que se integran el mural y que dan acceso a una finca abandona y que lleva en torno a un mes abierto, convertido no sólo en un vertedero sino además en un espacio del miedo, que frena el paso de los viandantes con la caída del sol.
Y todo ello, puntualizan, a pesar de que las cercas es uno de esos espacios ocultos que desprenden magia, la única posibilidad que vecinos y turistas tienen de caminar entre la fortificación del medievo de León.
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