El rey Alfonso IX de León ya luce en el consejo de sabios de la plaza Mayor de Salamanca

Por todo ello la piedra franca de Villamayor ya muestra la mejor versión de Alfonso IX en forma medallón. El escultor madrileño Óscar Alvariño ha sido el encargado de tallar la mejor cara de este rey. «Alfonso IX tiene que quedar con cara de rey», simplifica este artista los cerca de cuatro años que lleva preparando la talla.

Después de empaparse de la «poca documentación» que hay sobre el personaje ha elaborado su propia idea de rey. «Es como un actor al que le toca encarnar un papel, el escultor se tiene que meter en la piel del personaje y elucubrar como podría ser el rostro de un tipo con el peso de esta figura histórica», explica.

Ahora este rey leonés ya descanso rodeado de ilustres a la vista de todos en el pabellón de las artes y las ciencias junto a Cervantes, Unamuno o Santa Teresa. «Me ha hecho mucha ilusión volver a Salamanca este es mi séptimo medallón, con 22 años hice el primero siendo el escultor más joven en hacerlo», comenta desde la humildad y el orgullo este artista.

La tarea no ha sido fácil, dos meses ha estado cara a cara con esta piedra. «Es un sacrifico enorme tienes que dejar tu vida para estar centrado en Salamanca dos meses», apunta.

Subido a un andamio superando las inclemencias meteorológicas y abstrayéndose del ruido que genera en trajín de la Plaza Mayor ha dado vida a Alfonso IX. «La última vez que bajas del andamio y vas recogiendo la herramienta evidentemente hay nostalgia por lo exigente que es este tipo de trabajos que requiere estar al 100%», afirma este escultor.

Con el tiempo nadie recalará en lo que duró en realizar esta obra sino en el poder y personalidad que tiene. Una mirada viva, que ya forma parte del patrimonio cultural, que vigila este lugar desde las alturas y por consiguiente también lo hace el que firma la obra.

Pero Óscar Alvariño prefiere mantener los pies en la tierra. «Lo de pasar a la historia esta bien pero también hay pagar las facturas, todo es muy bonito pero estas cosas a la gente se le olvida, hay una parte de la sociedad que cree que por el hecho de que te gusta ya vale», explica.