Un pueblo unido por su castillo

Parecía obvio que las faldas sobre las que se asienta la fortaleza deberían llamarse El Castillo, pero lo cierto es que su gloria actual no está para dar nombre a ninguna población. El paso del tiempo y el abandono han dejado muy maltrecha su singular estructura triangular, y en sus esquinas las cigüeñas amenazan con tirar lo poco que queda en pie de un castillo que ha sido datado por primera vez en 1366. En esa fecha, un documento habla del Castro de Benal, concedido por parte de Don Enrique II de Trastámara a Juan González de Bazán. En 1375 Don Diego Fernández de Quiñones lo hereda de su padre, pasando así a ser el primer castillo propiedad de esta familia cuya importancia en la zona los hizo señores de Luna.

El de Benal ha servido como punto de control, calabozo, fortaleza y finalmente como material de carretera. Así ocurrió en el siglo XIX, cuando fue parcialmente demolido y usado como pavimento para la carretera. Ahora, como casi un acto de justicia poética, los propios vecinos mediante la Asociación de Amigos del castillo han unido sus fuerzas, también junto a otras organizaciones como promonumenta o el propio Ayuntamiento de Riello, para sacar adelante la cesión del Castillo y la puesta en valor que ahora se proyecta.

Ahora, sus restos, podrán ser puestos a salvo si finalmente reciben la financiación de la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura, que ha puesto a disposición de la provincia 6 millones de euros para regenerar el patrimonio mediante el Programa R.

Riello ha presentado una inversión total de 300.000 euros para rehabilitar este Castillo de Benal (también llamado de Beñal o Benar), un proyecto que deberá pasar el filtro y ser seleccionado por el equipo que ha nombrado el ILC para este Programa R. En el caso de ser seleccionada esta intervención, Riello recibirá 270.000 euros, el 90% del total, de las arcas del instituto provincial.

Con esta inversión se va a realizar una limpieza completa de la vegetación que daña el castillo (arbolado, arbustos, etc.) y además se procederá a limpiar los muros de los elementos perjudiciales.

Se colocará un drenaje para evacuar las aguas que se estancan en el interior de los muros y se actuará en la consolidación de la torre del homenaje, parte de la muralla y algunos elementos que presentan riesgo de colapso. De hecho, en el muro oeste recientemente la fuerza del agua ha provocado un derrumbe de parte del paño.

El objetivo de esta obra es doble: por un lado, frenar el deterioro del castillo y por otro consolidar todos aquellos elementos que presentan serios riesgos de derrumbe. Con esta intervención, el Castillo de Benal saldría de la lista roja del patrimonio y recuperaría una presencia que hará más reconocible el castillo que ahora cuesta imaginarse.