Pepe Muñiz dona más de cien 'piezas' al puzzle de La Catedral

La Catedral es un monumento vivo que siempre tiene algo nuevo que mostrar. Por ello cuando alguno de esos tesoros sale a la luz es un buen día de celebración.

Eso es lo que ha sucedido este jueves, 9 de febrero, en el que leonés Pepe Muñiz ha entregado de forma oficial un legado compuesto por más de un centenar de planos, dibujos y láminas coloreadas, del siglo XIX, relacionadas en su mayor parte con la restauración de la Catedral y de sus vidrieras. «Hay que poner en valor la importancia de preservar el pasado y conservar las cosas que nos hacen comprender lo que contemplan hoy nuestros ojos» ha apuntado el obispo de León, Luis Ángel de las Heras.

Un acto celebrado en una de las salas de la Pulchra Leonina, en la que además del propio Muñiz, han estado presentes el deán de la Catedral, Manuel Pérez Recio, del director del Museo Catedralicio y Diocesano, Máximo Gómez Rascón o el arquitecto del Plan Director de la Catedral, Mariano Díez Sáenz de Miera, entre otros.

Todos ellos han agredido la contribución que ha hecho Pepe Muñiz. «Es un bibliófilo. También es el coleccionista de las cosas más insólitas y extrañas. Y este Pepin coleccionista difiere de otros en que para él lo importante es la pieza y la historia o la leyenda que se encuentra detrás de ella, y no el valor económico que tiene o que podrá tener», ha destacado el historiador y técnico del museo, Iván González.

Lo que entrega Muñiz es un nuevo puzzle, un conjunto documental que sirve para entender la gran restauración del templo llevado a cabo en la segunda mitad del siglo XIX en su mayor parte y que responden a los trabajos de Matías Laviña, Juan Madrazo y Juan Bautista Lázaro.

«Hay que decir que todos estos planos coinciden con ese periodo histórico llamado la 'Gran Restauración' que tuvo lugar en el siglo XIX y en concreto hay algún plano de Laviña que muestran la propuesta de reconstrucción que finalmente no se llevó a cabo y la solución del hastial sur antes de su derribo, lo que le dan un gran valor arqueológico» ha afirmado el arquitecto Jorge Díaz García Olaya.

Además, Pepe Muñiz ha donado El espantadiablos, una pieza que se mueve en los parámetros del dramatismo barroco. «La expresividad en su rostro y en su anatomía se encuentran estéticamente más próximas a lo sublime cantiano que a lo bello. Técnicamente es una obra bien ejecutada. Como señala Raquel López Santos, que ha sido la encargada de su restauración, está policromada al óleo, casi sin preparación. Hay que detenerse en cada detalle: ojos de vidrio, dientes, lengua», ha apuntado Iván González.

Un catalogo que ya forma parte del museo catedralicio y que servirá a los historiadores para conocer un poco más este gran monumento insignia de León.