San Pedro de Eslonza: de la ruina a ser finalista de un premio europeo

La intervención, que consistió en la prospección arqueológica de las ruinas y su consolidación y rehabilitación para visitas turísticas, compite con proyectos de Italia, Portugal, Suiza, Finlandia o Bélgica. «Para nosotros ya es un auténtico premio estar ahí, compartiendo nominación con estudios y proyectos muy potentes y sobre todo representando al patrimonio leonés», señala Andrés Rodríguez, que junto con su compañera Susana Valbuena acometió el estudio.

La puesta en valor del trazado original del monasterio, la instalación de soportes de madera en los arcos, la restauración del piso original con grava para permitir el acceso de los turistas y la colocación de señalización respetuosa con el entorno del monumento ha sacado de la ruina y el olvido a San Pedro de Eslonza y le ha valido la representación del patrimonio histórico leonés en la V Bienal Internacional de Intervención en el Patrimonio Arquitectónico.

Esta 'vuelta a la vida' del Monasterio de Eslonza ha sido posible «gracias a la apuesta de toda la administración pública por recuperar la traza antigua del monasterio». La Diputación de León, a través del Instituto Leonés de Cultura, financió la obra con 180.000 euros, el Ayuntamiento de Gradefes aportó otros 90.000, la Junta, 40.000 para la reforma del ábside y el Ministerio de Fomento, 105.000 euros.

El estado del monumento hace apenas cinco años era «totalmente ruinoso». «Se limpió, se hizo una excavación arqueológica y luego se acometió el apuntalamiento de una forma artística y estética que al final ha llevado a que sea una de las obras finalistas», explica Pablo López Presa, diputado de Cultura, Arte y Patrimonio.

Pero la rehabilitación va mucho más allá de lo meramente estructural. «Es algo cultural que dinamiza, potencia y pone en valor al conjunto social, cultural e histórico de la provincia y su patrimonio», señalan ambos arquitectos.

El próximo reto que se plantea el estudio de Rodríguez Valbuena en Eslonza es construir un mirador que haga aún más atractiva la visita del BIC. «Queremos aprovechar la protección de uno de los muros que hay que acometer para añadir otro elemento, un pequeño mirador desde el que divisar el conjunto del monasterio», señala Rodríguez.

No será hasta el jueves 17 de junio cuando se conozca el ganador del Eropean Award for Architectural Heritage Intervention, pero, «aunque la esperanza es lo último que se pierde», Rodríguez y Valbuena se dan por satisfechos. «Hemos hecho algo muy humilde y para nosotros es un orgullo y un auténtico premio representar a la provincia de León y a su riquísimo e ingente patrimonio».