Patrimonio advirtió de la «imposibilidad» de integrar los restos de muralla en las obras de Casa Luisón

A finales de 2023, el cartel de la antigua casa de comidas Luisón, todo un emblema de la hostelería leonesa del siglo pasado, aparecía en el suelo. Sobre el edificio que sirvió tanta cocina a los leoneses, los andamios y una red de protección alertaban de un futuro incierto para este popular inmueble.

Los nuevos tiempos en la ciudad le llevaba a convertirse en el enésimo inmueble destinado a apartamentos turísticos. La finca había sido adquirida por dos leoneses 'exiliados' en Alemania que buscaban una nueva oportunidad en su tierra.

El derribo del inmueble sacaba a la luz uno de los múltiples atentados contra el patrimonio leonés durante los siglos XIX y XX, cuando la ciudad comenzó a crecer extramuros. La muralla incrustada en el Palacio Episcopal quedaba a la luz y aireaba la polémica sobre la recuperación de estos paños que recorren escoltados por viviendas la calle Serradores.

La nueva propiedad ha avanzado durante todo el 2024 en la construcción del nuevo bloque. Todo ello autorizado con las licencias urbanísticas favorables y la autorización de Patrimonio, que no encontró ningún obstáculo aunque sí presentó objeciones al planteamiento de obra.

Según el informe al que ha tenido acceso Leonoticias, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural remitió al Ayuntamiento de León su acuerdo hace ahora un año. En él se exponía la valoración favorable del 'Proyecto de ejecución de restructuración de edificio para apartamentos turísticos', situado en la plaza Puerta Obispo de León.

Según recoge dicha notificación, que servía para dar luz verde a las obras en cuestión, la documentación aportada por los nuevos titulares del inmueble, a requerimiento de la Comisión de Patrimonio Cultural, ya constataba la «imposibilidad» de integrar los restos descubiertos en la edificación propuesta «sin una modificación previa del planeamiento urbanístico vigente», lo que dejaba en manos del consistorio una actuación urgente que partidos políticos como Unión del Pueblo Leonés o Partido Popular, a la que después se sumó Vox, reclamaron en el pleno municipal.

Ese proceso, aletargado y aún a la espera de informes jurídicos y económicos, imposibilitó la paralización del proyecto que, con todas las licencias en vigor, ha ido creciendo con un condicionante que también se reflejaba en el asunto de Patrimonio: «Se deberán adoptar medidas protectores de los restos aparecidos tanto para que no sean afectadas por las obras como para que se puedan conservar sin sufrir deterioro». También se daba cuenta de que la estructura del edificio «no se empotrará» a los restos arqueológicos para evitar daños a los mismos.

La falta de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana, que implicaría al Plan Especial de Protección de la Muralla -aplicado en el tramo Carreras y Cubos-, permitirá que los apartamentos turísticos sean una realidad en los próximos meses.

Una vez que el Ayuntamiento de León resuelva las cuestiones técnicas, se podría plantear la revisión del plan para, una vez agotada la vida útil de los inmuebles en Serradores, imposibilitar cualquier actividad en la calle y comenzar a liberar los paños de la muralla.

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