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El gallo de la Basílica de San Isidoro en la nueva ubicación del museo. Peio García

El nuevo museo de San Isidoro ya es una realidad

Culmina la rehabilitación integral que ha permitido triplicar el espacio expositivo haciéndolo plenamente accessible tras una inversión de tres millones de euros

Jueves, 25 de abril 2024

El nuevo museo de San Isidoro ya es una realidad. Este viernes, 26 de abril, abre sus puertas tras un proceso de rehabilitación integral dirigido por la Fundación Montemadrid, en colaboración con el Cabildo de la Real Colegiata de San Isidoro.

Las obras que comenzarán hace casi ocho años han permitido hacer un espacio más accesible sin perder la importancia histórica y artística del conjunto monumental. «Estamos todos muy contentos e ilusionados con la conclusión de esta intervención que ha durado tantos años pero que esperamos que nuestro visitantes reconozcan que ha merecido la pena la espera», ha detallado el cabildo de San Isidoro, Luis García.

La obra de rehabilitación y el proyecto museográfico han sido diseñados por el arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, Premio Nacional de Restauración.

La reforma ha permitido la clarificación de los usos del conjunto monumental y la ampliación del museo de 1.200 metros cuadrados a 3.200 ofreciendo un nuevo itinerario para sus visitantes. Además de la visita del Panteón Real y la Cámara de doña Sancha, se han abierto nuevos espacios, como la escalera prioral, el adarve de la muralla o las galerías del claustro procesional.

También, se han incluido en el itinerario otros hallazgos arqueológicos descubiertos durante las obras de rehabilitación, como los restos de talleres de fundición de campanas medievales. «Hemos podido sacar adelante la exposición de los tejidos que para nosotros es, quizá, el proyecto estrella. Ahora se pueden ver piezas que hasta ahora no se podían exponer, como el Pendón de Baeza, una pieza emblemática para todos los leoneses o el ajuar funerario de la infanta doña María que nos da una especial ternura», ha explicado Raquel Jaen, directora del centro.

Asimismo, en la colección del Museo de San Isidoro destacan las pinturas murales de la Cámara de doña Sancha que permanecían enrolladas; el cáliz de doña Urraca; las arcas de Limoges y de los Marfiles; la caja de asta de reno, único testimonio de arte vikingo en España; y otros elementos como el gallo de San Isidoro, la veleta original de la torre, de origen persa sasánida; la campana Laurentina, una de las más antiguas de Europa, o la cruz procesional de Juan de Arfe.

Otra parte fundamental de la colección la conforma su patrimonio documental, compuesto de manuscritos, códices, incunables o libros raros. Destacan la Biblia Mozárabe del año 960, una de las cinco Biblias de este período que se conservan completas en el mundo, y la de 1162 realizada en el scriptorium del propio monasterio.

Triplicar el espacio

Un nuevo proyecto museográfico que pone en valor la colección gracias a una inversión de tres millones euros, de los cuales la Fundación ha aportado dos y uno el Cabildo.

La espera ha merecido la pena y entre las casi quinientas piezas que componen la colección, por primera vez se expondrán al público algunas de incalculable valor.

Una intervención que ha sacado a luz nuevas piezas y datos. «Cada hallazgo resultaba un regalo para la propia obra. Muchas veces, esas aflicciones te complican el proyecto, dado que te cambian la idea que tenías preconcebida pero en el fondo si los utilizas bien son regalos para el edificio. En concreto en San Isidoro esos regalos le han hecho que resulte muy enriquecedora la visita», ha apuntado Juan Pablo Rodríguez el arquitecto Premio Nacional de Restauración que ha llevado a cabo la intervención.

Un museo adaptado al siglo XXI que sirve para entender el pasado de León permitiendo a leoneses y turistas disfrutar de la historia de una forma mucho más cómoda y placentera

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