La nueva luz de la Virgen del Mercado

El elemento decorativo, donado y creado por la empresa Grisallas, tiene unas medidas de 110x80 centímetros y se ha realizado siguiendo las técnicas tradicionales del emplomado, utilizando la pintura al horno con grisallas y esmaltes, con vidrios soplados de la casa Lamberts y de diferentes texturas, añadiendo también una pieza hecha en vidrio fundido de la casa Bullseye.

El diseño de la vidriera y su ubicación han sido supervisados por el párroco don Manuel Flaker Labanda. Situada bajo el arco de la puerta por donde antiguamente salían los peregrinos que, actualmente, está tapiada, se ha instalado en un marco en color plata antigua sobre una caja de luz.

El elemento decorativo pretende rendir homenaje y recuerdo de este importante momento. En ella y como motivo principal, figura la propia talla de la Virgen del Mercado con una cruz al fondo donde se ven marcados los siete dolores de María y la frase de las lamentaciones -«atended y ved si hay dolor como mi dolor»- que antiguamente estaba en el propio retablo sobre la Virgen; la oración está plasmada por unas manos en actitud orante; el fervor popular simbolizado por las flores; la zarza y la fecha del año 560 como muestra de la aparición; la muerte de Cristo con la franja roja que cae de la cruz en cuyo interior se han escrito algunas estrofas del himno en honor a Nuestra Señora; y la resurrección de Jesús con el vidrio trasparente con hilos de vidrio negro fundidos y escamas blancas.

La vidriera circular que se encuentra situada sobre el retablo que acoge la talla de Nuestra Señora del Mercado, templo que además contiene obras tan importantes de maestros vidrieros como Luis García Zurdo y Guillermo Alonso Bolinaga.