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Bienvenidos sean ustedes a este nuevo artículo sobre la curiosa historia de la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Ya conocíamos, que en la Plaza de Renueva, en lo que ahora mismo es la intersección entre Suero de Quiñones y Padre Isla, había una famosa parroquia, o iglesia, que contaba con 437 metros cuadrados de superficie (entre edificio y terrenos) que el padre Eladio Tejero vendió al Ayuntamiento de León por 350.000 pesetas.
Lo que desconocían los vecinos es que, para que aquella transacción tuviera lugar, ellos habrían de pagar parte de la operación. Conozcamos la continuación de la historia, y cómo desapareció la Iglesia de San Juan de Renueva, reconvertida ahora en San Juan y San Pedro de Renueva. ¿De dónde viene la alusión añadida a San Pedro? Vengan conmigo a descubrirlo.
Antes de seguir, un apunte. Entiéndase, para que no existan equívocos, que la citada Iglesia de Renueva del título del artículo se refiere a la actual, y que por una cuestión de concisión se ha optado por privar al lector del nombre que le acompaña, la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Aclarado este dato, conozcamos su historia.
Tal y como les prometí en anteriores entregas, aquí disponen de un plano antiguo, fechado en 1945, en el que se podían observar las dimensiones a la avenida Suero de Quiñones, de Padre Isla, y de la Plaza de Renueva. Para que se hagan una idea, aquí les dejo una visión aérea de la misma zona, en la actualidad.
En esta vista superior, que posee la misma orientación que el documento anteriormente consultado, observan el cambio que ha sufrido el plano arquitecyónico de la zona de Suero de Quiñones. La Iglesia, por supuesto desaparecida, estaría ubicada casi donde hoy se localizan ese edificio de gran altura que se asoma a lo que antes era la Plaza de Renueva.
Desde arriba también vemos los sencillos planos de la antigua Iglesia de San Juan de Renueva. Una sola nave, para tantos feligreses como apuntaban los testimonios de los vecinos, quedaba ya contrita y precisaban, entonces, de un sustancial cambio; una evolución de acuerdo a las necesidades del barrio
Mientras la parroquia estuviera derruida y la nueva Iglesia en construcción, los fieles acudieron a la parroquia de San Marcos hasta que las obras concluyeran. Aquí disponen del presupuesto inicial de la construcción de la nueva Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Por un total de 219.525 pesetas.
A vista de pájaro, la orografía urbanística cambió por completo, y donde antes los terrenos ocupados por la iglesia permitían recorrer con la vista un horizonte vacío y diáfano, hoy ocupaban esa visión los edificios que se han ido levantando desde entonces.
Y aunque la elevación de la cuasi Catedral, o iglesia de San Juan y San Pedro es original y llena de sentido arquitectónico, posee un elemento fundamental rescatado de otro templo. Como ven, esa portada renacentista que hoy disfrutan los fieles y por la que este Flâneur pasó el otro día, procede del ya derruido Monasterio de San Pedro de Eslonza. Conozcamos brevemente su historia.
El monasterio debe su fundación al primer rey de León, Don García, que dotó de varios terrenos para su labranza y cultivo. Sufrió de varias aceifas, en concreto la de Almanzor, a las que tan solo sobrevivió el ya desaparecido Monasterio de San Claudio, del que hasta hace poco más de cuarenta años, aún restaba la muralla medieval. Pero fue rescatado por Doña Urraca, y dotado con la regla de San Benito, otorgándole ciertas hectáreas para su disfrute y su uso, siendo autoabastecido el monasterio.
A finales del siglo XIX, se propone la idea de que el monasterio, casi abandonado, sea reutilizado como manicomio, pero parece ser que debido al deterioro que ya sufría, cae en el olvido esta iniciativa.
Curioso resulta hoy recorrer esas ruinas, que una vez estuvieron pobladas de vida, y en las que hoy descansa el más profundo de los silencios.
Poco o nada quedó de aquel monasterio, más que las ruinas que luego recuperó Juan de Badajoz y el arquitecto Ribera, que levantaron su famosa fachada en entre 1717 y 1719 bajo las instrucciones de Fray Pedro Martínez.
El monasterio fue luego relegado al abandono y apenas hoy quedan los vestigios de ese gran lugar que un día pisarían los reyes de León. Pero un elemento, ya citado, ha sido rescatado con precisión y milimétrica destreza: la portada que hoy se localiza en la Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva.
Se trasportó, piedra a piedra, esta preciosa mole olvidada, hacia el centro de la León. Y aunque hemos encontrado vestigios de fechas anteriores, fotografías del monasterio, e incluso imágenes de finales del Siglo XIX, nada se ha encontrado del traslado de los restos del monasterio de San Pedro de Eslonza hacia la nueva Iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Así narraban, en un diario burgalés, la magnificente empresa de recuperar los restos de San Pedro de Eslonza:
¡Qué ignotas resultan a veces la vida y la conservación del patrimonio! ¿Sabrían los fieles, los monjes y los oriundos de Santa Olaja de Eslonza, que su fachada, condenada al olvido y al abandono, hoy presidiría una de las edificaciones más llamativas de nuestro panorama arquitectónico leonés?
Esta fue una gran medida, impulsada por el párroco de la entonces Iglesia de San Juan de Renueva, y que conlleva la recuperación del patrimonio. Es una de las máximas que siempre defiendo en los comentarios, y que muchos de ustedes me han hecho llegar. No hemos de vivir anclados en el pasado, por supuesto, pues todo edificio que se levantó en época medieval, romántica, o del ensanche, no ha de permanecer eternamente erguido, pero sí conservar la memoria del mismo, y no impulsar un desarrollo que verse sobre el olvido de lo que fuimos.
Hoy, la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva, se yergue sobre todos los edificios aledaños, pero aún cuenta con historias que contar, consiguiendo aportar, en artículos posteriores, las imágenes completas de una construcción que ocupó la mirada de los leoneses durante años, acompañadas de bellas transiciones, como bien sé que les agrada. Leo sus opiniones en los comentarios y con gusto, aprenderé, con su experiencia, sobre los Edificios más Emblemáticos de León.
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