El león románico que proviene «sans doute» («sin duda») de San Isidoro de León. Francisco Prado-Vilar

El león de San Isidoro que «sin duda» forma parte de la colección del Louvre

El museo parisino instala la cartela tras un estudio que demuestra que esta pieza pertenece a una de las puertas de la colegiata leonesa

Leonoticias

León

Martes, 11 de febrero 2025, 08:15

Millones de personas pasarán por delante de esta escultura cada año sin atender demasiado a su figura. De hecho, hasta hace muy poco, ni el propio museo tenía claro de dónde procedía una de las miles de piezas que el Louvre ofrece a sus visitantes.

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La planta inferior albergaba desde hace años un león románico al que el investigador Francisco Prado-Vilar había puesto el foco de atención. La cartela no dejaba lugar a otra cuestión: «sin duda» estaba ante un pedazo de la Real Colegiata de San Isidoro de León.

El investigador de la Universidad de Santiago de Compostela pudo comprobar con sus ojos como el Louvre apuntaba a esta escultura de hacia los años 1100 y 1150 como proveniente del templo leonés. «Me sorprendió muchísimo y me llevé una alegría. Fue algo maravilloso y gratificante», explicaba a ABC hace unos días.

Sin embargo, la clave de todo ello se encontraba en el detalle. En concreto, el apostillado «sin duda» -sans doute, en francés- se revolvía en su interior. «Es una expresión muy rara para una cartela», matiza.

Cartela del león de San Isidoro.

Él no era la primera vez que se detenía ante este felino románico que le recordaba a la catedral de su ciudad de origen y empezó a dudar del origen de esta obra como proveniente de la propia Compostela, Toulouse o León. Aunque ya en ese momento, el museo hablaba de procedencia leonesa sin especificar nada más.

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«La documentación se reducía a un documento de compra que decía que había sido adquirida por el marchante de arte Brimo de Laroussilhe en febrero de 1936 por 2.000 francos», recuerda. Y eso le llevó a ampliar su investigación, contactando con un anticuario parisino, algo que le volvía a llevar a un callejón sin salida: la propiedad desconocía la transacción.

Avanza la investigación

Convencido cada vez más de que San Isidoro podía estar detrás del origen de esta pieza del Louvre, una basílica que este especialista en escultura románica había investigado y sobre la que publicó un artículo en 2011.

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Imágenes de los años 30 de la portada del Perdón exponían los estragos que la erosión había causado en los leones de la portada y la reforma de Andrés Seoane en 1962, sin referentes claros, acabó produciendo la «criatura híbrida» que existe actualmente.

Tocaba abrir otra línea de investigación y eso llevaba al león del Louvre a la portada norte del transepto, tapiada con canto rodado según el arquitecto leonés Juan Crisóstomo Torbado. Allí se descubrieron restos escultóricos importantes y, entre ellos, la del felino del museo parisino.

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El investigador señala que aquel arquitecto pudo llevarse diferentes restos de los hallados en el muro como una cricifixión de mármol de San Isidoro, en paradero desconocido, o una misteriosa pieza expuesta en Barcelona en 1929 del catálogo de Torbado.

Fotografía de la crucifixión de mármol.

Allí se vendieron algunas piezas y ese es el germen del viaje del león de San Isidoro hasta el Louvre. Y «lo sorprendente» para el experto es que esta figura es la única pieza de su arquitectura que se ha localizado fuera de España.

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Prado-Vilar prepara ahora un artículo sobre la portada norte de San Isidoro con una «hipótesis alternativa» que refutará la reconstrucción de 2008 de Teresa Martín. Mientras, en París, este cacho del león de León reposa como «una pieza anónima revalorizada» de un monumento «fundamental» del románico mundial como es San Isidoro.

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