Con enormes esfuerzos la Asociación Ruta Vadiniense, durante más de 20 años, lleva a cabo una lucha equiparable a la de los romanos para someter a los cántabros antiguos habitantes de estas montañas, ahora pelean a brazo partido con alcaldes y diferentes administraciones que piensan ... en el turismo como un rebaño de cabras enviado en vecera por lo abrupto del monte; se olvidan de la existencia de un esplendido camino histórico que articula la Montaña de Norte a Sur y compagina maravillosamente historia y naturaleza. Un camino necesitado constantemente de: limpieza; reparos; publicidad y albergues.
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La relación de Cistierna con el camino a Santiago, la Ruta Vadiniense que atraviesa de Norte a Sur la Montaña Oriental Leonesa, viene probada en la documentación Medieval local.
LA VIA SALIÁMICA, es el segmento final del itinerario 313 del Ravenate s. III; ascendía por la margen izquierda del río hacia Valdeburón y Tierra de la Reina (MARTINO, E. Sajambre Antiguo. p.47). Aquí en Cistierna, la vía entraba abruptamente en la garganta del Esla dirigiéndose al Escobio de Aguilar bajo las Peñas de la Jagariz; así lo muestra el mapa de Tomás López en el siglo XVIII. La Vía Saliámica o del río, se documenta el año 973 en su tramo más alto de Sajambre, a punto de penetrar en Asturias. La importancia del enclave cistierniego como obligado lugar de paso, se refuerza por la existencia de dos puentes milenarios construidos en un tramo de apenas dos kilómetros: el Puente de Mercadillo y el Puente Viejo de Cistierna. Nos encontramos en el corazón del denominado Territorio de Aguilar; durante la Alta Edad Media esta mandación se extendía desde los puertos con Asturias hasta un poco más abajo de Gradefes; territorio gobernado desde el poderoso complejo poliorcético de Aguilar también denominado de S. Martín, de origen protohistórico y romano, ubicado en un inexpugnable farallón calizo entre Cistierna y Sabero. El camino en su tramo de la montaña fue construido para someter a los cántabros (29-19 a. C), se denominaba hasta el siglo que pasó: Camino Real. Por este camino entraron a la Montaña Oriental Leonesa: romanos, suevos, visigodos, árabes y la última invasión: la de Napoleón, tirano de los franceses.
El apelativo hidronímico prerromano *Salia que origina y da nombre al Sella, entendemos que debe aplicarse también al camino situado junto al río desde Sajambre hasta Mansilla de las Mulas: Vía Saliámica. En el tramo comprendido entre Riaño y Cistierna es donde la inmediatez de río a la calzada se hace más evidente.
El año 1001 tenemos la primera noticia referida a Cistierna en un documento de venta de una viña dos personas de nombre islámico: (سُلَيْمَانُ ارنِيزَ إِبْنُ) Suleiman e Ibn Nizar, seguramente mozárabes (Z. Villada. Catálogo del ACL. Nº 162, p. 83.) .
En 1056 se cita la existencia del monasterio de los santos: Facundo, Primitivo y Cipriano de Cistierna (Escalona, P 268), construido en la zona actualmente denominada los conventos, junto al antiguo Camino Real, heredero de la Vía Saliámica. En 1099 el rey leonés Alfonso VI, de gloriosa memoria, dona dicho monasterio a Pedro, Obispo de León, (Archivo de la catedral tumbo-fol. 75). La unión de la villa de Cistierna con el camino, se reafirma en el año 1143 cuando el clérigo Pedro Velaz, entrega al obispo de León, el hospital que había construido anejo a la iglesia de Santa María. Un hospital para «admitir y reconfortar a los pobres y míseros peregrinos que pasan por el Escobio de Aguilar». El Escobio era y es, el difícil paso, entre el río y la peña, bajo el gran complejo defensivo de Aguilar en Vegamediana. La memoria de los peregrinos que pasaban por el camino aún se mantiene en el S. XIX. En el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz, (1845-1850), al citar la villa de Sorriba comenta lo siguiente: «a un cuarto de legua de la población se halla el arruinado y antiguo hospital de San Bernabé, donde pernoctaban los peregrinos que iban a Santiago de Galicia». San Bernabé como otros muchos albergues y hospitales de nuestra comarca, mantenidos por el común de nuestros concejos, entró en ruina después del expolio al que fue sometido por la canalla liberal durante el siglo XIX. La desamortización de Mendizábal causó en la tierra leonesa más daño que las aceifas de Almanzor. Las ruinas de S. Bernabé aún permanecen en la margen derecha del Esla junto al Puente de Mercadillo; sus piedras, también el camino que renace de nuevo promovido y auspiciado por la Asociación Ruta Vadiniense, son testigos de un tiempo en el cual las creencias de nuestros antepasados eran fuertes.
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Ahora, cuando el reciente pasado minero es ya un mínimo capítulo de la milenaria historia local, nuestros pueblos asomados a la vera del antiguo camino de Santiago, aguardan tiempos mejores. Ojalá por este camino nos llegue algo de bonanza económica, inspiración y conocimiento.
El mañana es el futuro que se promete tras la negra cortina de las dificultades en la oscura noche del momento actual. El resplandor del amanecer, tenuemente percibido ya en el horizonte, sólo llegará si unos y otros nos mantenemos solidarios y fieles a las raíces legadas por el fervor de nuestros antepasados, siempre intensos en sus creencias; siempre alejados del servilismo a las mafias organizadas para delinquir de los partidos políticos; del individualismo y materialismo que ahora nos extermina y acaba.
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