Niños jugando en la Fuente de la Legión

El Odonista de la ciudad de León

El origen de las calles de León

La calle de León en la que vivió el Cid Campeador

El Cid, un lugar con miles de historias, leyendas y edificios emblemáticos

Miércoles, 22 de noviembre 2023, 09:56

Cuando uno habla de la calle del Cid, le vienen a la mente dos cosas. La primera es el barrio romántico, sus tapas, sus bares, su gente, su ambiente y el parque en el que los leoneses juegan desde los años setenta. La segunda, ¿cómo ... no?, es el Cid Campeador.

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Pues bien, aun a riesgo de que este Odonista llegue a parecer un descuidado e imperfecto investigador, debo reconocer que, sin la placa conmemorativa que engalana el comienzo de la calle, no hubiera obtenido pista alguna sobre la verdadera historia de la calle del Cid.

Pero, ¿se creen ustedes, ya leales lectores y lectoras, que esta breve leyenda, este detalle casi superficial, aportará sustancial contenido a este maravilloso artículo que con ilusión les traigo? ¡En efecto! La Calle del Cid contiene cientos de historias.

Comencemos, por lo tanto, por aquellos edificios emblemáticos de León que ya no están, aunque esa parte casi le corresponde a mi homólogo literario, el Flâneur, para continuar con aquellos datos sobre los monumentos que sí permanecen aún, para acabar, al final del artículo, con aquellos que nunca debieron ocupar el emplazamiento actual. ¿Saben ya de lo que hablo? Pues sigan leyendo, y descubrirán todos los secretos de la calle del Cid.

Monumentos que ya no están

Seguramente recuerden, pues apenas han pasado dos días, que mi compañero Flâneur, que no es sino el alter ego de este personaje tan marcado como es el Odonista, les explicó la historia, demasiado breve quizás, del Convento de las Agustinas Recoletas, ubicado al lado de la Casa Ciriaco. Como impelidos por el destino, o por una fuerza fortuita que entremezcla el azar y los fuegos fatuos, hoy caminamos hacia la Calle Cid para toparnos de bruces con lo que entonces fue el convento primigenio de las Agustinas Recoletas aquí en León. Esta fachada, de la que apenas queda el recuerdo, y esta puerta, que daba acceso al convento, fue la casa de las monjas durante varios años.

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Convento de Agustinas Recoletas (1603-1870) Santos Flórez

El monasterio se ubicaba en un lugar inimaginable hoy en día: el Jardín Romántico o del Cid. El 13 de diciembre de 1663, llegaban, desde el convento de la Encarnación en Valladolid, cinco monjas agustinas recoletas. Esta fue la primera comunidad del convento de la Encarnación, así llamado entonces, ubicado en la Calle del Cid. En 1868, tras el destronamiento de Isabel II, hubieron de abandonar el convento, compartiendo estancias con las Benedictinas, en el convento de Santa María de Carbajal. Quince años después, las hermanas se mudaron a su nuevo y flamante convento, situado en el centro neurálgico de la ciudad, en la plaza de Santo Domingo.

Convento de las Agustinas recoletas (1603-1870) Santos Flórez

Del convento no quedó nada, pero durante años fue hospicio para enfermos y cuartel militar de la Brigada del Sol. (Curioso nombre, ya que, como veremos después, la hija del Cid, que nació en León, también se llamaba Sol). El convento cayó en desuso hasta que fue derribado y convirtieron sus escombros, y su planicie, en lo que hoy conocemos como el Jardín Romántico o del Cid.

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Pueden comprobar aquí la extensión del convento de las Recoletas, que ocupó, en su día, todo el Jardín Romántico. Incluso en los mapas, que datan de 1790, se puede observar ya la nomenclatura de la plaza romántica como «Plaza de las Recoletas». Por desgracia, apenas quedan vestigios de ese recuerdo y el convento desapareció. Pero no adelantemos episodios. Vayamos, por lo tanto, al siguiente epígrafe de este artículo, Conozcamos la historia de la Calle del Cid.

La Calle del Cid

Calle del Cid 1905 Santos Flórez

La calle, vía principal que conecta la Calle Ancha con la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, también tuvo como nombres los de Santisidoro y Recoletas, hasta recibir el odónimo de Calle el Cid en honor a la presencia del campeador en la ciudad, donde se dice que llegó a vivir junto a su mujer y a sus hijos.

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Real Colegiata Basílica de San Isidoro (1880

Desde el final de la Calle del Cid, una instantánea que poco se ha alterado en el tiempo, pues permanece incólume, siempre erguida, la Real Colegiata de San Isidoro, un tanto avejentada y lista para la restauración que sufrió a principios del siglo XXI, y que le devolvió el portentoso valor cultural que, sin duda, posee.

Bar la Esponja (1954) Santos Flórez.

Se dice que el Cid vivió en la casa que pertenecía a Pedro de Guzmán, y que, tras salir de la ciudad, y regresar junto a su esposa, volvió para disfrutar del retiro junto a su familia. Aquí nació su hija, Sol.

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También, cuando el primogénito del Cid nació, la campana Laurentina sonó avisando al pueblo sobre la buena nueva. Jimena, emparentada con León, traía al mundo a don Diego, hijo de ambos.

osé Manuel Martínez Pinto

En este edificio, convertido en Audiencia Provincial de León desde 1950, cuenta la leyenda que nació Alfonso Pérez de Guzmán, o mejor conocido como Guzmán el bueno, el 24 de enero de 1256. Ese terreno, según diversas investigaciones, llegó a pertenecer a la duquesa de Uzeda, que lindaba con los terrenos de los Ceas.

Niños jugando en la Fuente de la Legión

Y mientras los niños juegan en la fuente de la legión, que antes se ubicaba en el centro de la plaza y ahora lo hace a un lado, el tiempo pasa y moldea el entramado urbanístico. Esta fuente hace referencia a la Legio VII, que se instaló en León aprovechando su privilegiado enclave junto a dos ríos, el Torío y el Bernesga. Es obra de Mariano Salvatierra y data de 1787.

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Las escuelas de El Cid (1984) Santos Flórez

Si avanzamos unos metros, nos toparemos con la actual sede de la Cruz Roja en León, que llama la atención por su estilo neomudéjar. Se levantó a principios del siglo pasado de la mano de... exactamente, un conocido por todos nosotros; Manuel de Cárdenas, arquitecto municipal de la ciudad.

También fue reconvertido a escuelas municipales y usado para tal fin durante muchos años. Hoy en día todavía se pueden ver los carteles que separaban, por sexos, a los niños hacia un ala o hacia otra.

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Palacio de los Guzmanes (1975) Santo Flórez

Debemos destacar dos elementos importantes en el plantel urbanístico de la zona del Cid. El primero de ellos es el Palacio de los Guzmanes, obra de Gil de Hontañón en 1559. Desde 1881 es la sede de la Diputación Provincial y monumento nacional desde el 27 de mayo de 1963. Fue sometido a una amplia reforma a mediados de la década de los setenta.

Antes de continuar, querido lector y lectora, debo detener mis pasos, pues la extensión del artículo ya me hace ver cómo languidecen sus ojos tras tantas líneas de historia. ¿Desean conocer, minuciosamente, cual fue la historia de la construcción del Jardín del Cid, el Jardín romántico? Entonces les encomiendo la difícil tarea de permanecer, con paciencia, atentos a los siguientes artículos pues no solo desgranaremos su historia y su desarrollo, así como todas las obras de arte que en su interior se exponen, sino que hablaremos sobre uno de los elementos discordantes y anacrónicos que posee la calle El Cid.

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Si yo les dijera que existe, a lo largo de su longitud, una fachada que no pertenece ni al edificio, ni siquiera a la calle, ¿sabrían ustedes de lo que hablo, o quedarían tan atónitos como yo, al conocer la verdadera historia de la Puerta de la Reina?

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