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El recorrido del Odonista se centró, hace casi un año, en la calle Ordoño II, conociendo su historia, y sumergiéndonos en la leyenda de uno de los reyes más egregios de León. Hoy la intención será diferente, puesto que los detalles históricos ya han sido vertidos.
En concreto, este artículo se centra en uno de los pilares sobre los que se sostiene el conjunto escultórico, conformado por decenas de obras, que adornan la avenida Ordoño II, y que dio comienzo hace más de veinticinco años gracias a la inauguración del nuevo y flamante edificio del Ayuntamiento de León.
Antes que nada, es preciso contextualizar la obra, y comprender la profundidad y la importancia de esta gran escultura por la que muchos leoneses pasan a diario sin darse cuenta de su vinculación con otro gran lugar de la ciudad.
Hay que conocer, por lo tanto, la breve historia de la Casa de la Poridad, lo que hoy se conoce como el Antiguo Ayuntamiento de León, o la Casa del Pueblo, que siempre estuvo adosada, desde su construcción, al Hospital de San Antonio Abad. Aunque el Hospital fue levantado en el siglo XI, la Casa de la Poridad data de siglos más tarde, concretamente en 1345, cuando se aprueba, por parte de Alfonso XI, el primer Concejo o Ayuntamiento de todo Reino.
El edificio actual no sería construido hasta 1584, de la mano de uno de los grandes escultores y arquitectos de León, Juan del Ribero Rada, quien restaurase también la primitiva Iglesia de San Marcelo para lucir tal y como es hoy. La Casa de la Poridad fue remodelada y restaurada en 1962, tras el derribo del Teatro Principal, ampliando su interior y proyectando un edificio más señorial, rescatando su fachada y su trazo original. Un elemento cambió de lugar, como podrán comprobar en las fotografías. Pues el gran bloque heráldico que adornaba la fachada derecha, hoy descansa sobre el pórtico principal, que da acceso a la gran escalinata concejil que conduce a las dependencias del Antiguo Ayuntamiento de León y al actual despacho del Alcalde.
En 1975 se inaugura el edificio que será la sede de la Caja de ahorros y el Monte de Piedad de León, frente a la Casa Lubén y a la Casa del Banco Santander. Pero fue el 28 de agosto de 1998 cuando, el Ayuntamiento decide utilizar el edificio como su nueva sede. Aquí aparece la pieza especial de arte de Ordoño II, una de las primitivas de la calle, que lleva años observando el continuo fluir de viajeros, desde la Estación hasta el centro de León, siendo testigo del paso del tiempo y recordándonos aquel cambio de sede, conmemorando con su contenido, las flamantes instalaciones del nuevo Ayuntamiento de León.
En esta pieza, se observa, casi a modo de puzle, la fachada original de la Casa de la Poridad, con la que ustedes ya se han familiarizado con este artículo, luciendo aquel elemento heráldico sobre la parte superior del segundo piso.
Está realizada en Piedra de Boñar y en bronce, En su parte posterior, destaca el documento original de Alfonso XI, en el que se nombran los ocho hombres buenos responsables de las decisiones de la ciudad. Este maravilloso recuerdo del cambio consistorial pertenece al ínclito escultor leonés Juan Carlos Uriarte, cuyo trabajo es exhibido continuamente en museos de la provincia, pero más asible para el visitante y el paseante solitario en la calle Ordoño II, que funciona como una continua galería artística, disponible para que el público interactúe con ella.
Uriarte no es el único que comparte sus aclamadas creaciones, como animales mitológicos o coches de carreras, sino que aparecen otros artistas que, en el candelero, demuestran que León, y sobre todo, Ordoño II, es un lugar magnífico para la proliferación de creaciones artísticas. Entre ellos destacan Amancio González, Carlos Álvarez Cuenllas, José Antonio Santocildes, o Javier Robles.
Pero sobre todo destacan, a mi parecer, unas humildes obras, que pasan desapercibidas a la vista y que condensan en ellas la historia regia de León. Son estos los monolitos que describen la vida de los reyes leoneses y castellanos que ayudaron a conducir al reino a las más altas esferas medievales y renacentistas.
Disfruten caminando por la Avenida Ordoño II. Mientras, les espera este Odonista en otra de esas calles de León, prácticamente olvidadas, pero que guardan un gran secreto que ha de ser desvelado.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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