
El archivo de la Catedral de León
El archivo de la Catedral de León: Del primer texto en romance al Evangelio en árabe del siglo XVISecciones
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El archivo de la Catedral de León
El archivo de la Catedral de León: Del primer texto en romance al Evangelio en árabe del siglo XVIEl archivo de la Catedral de León es uno de esos lugares en los que reposa la historia. Más de 50.000 fondos descansan en este lugar que alberga documentos únicos. El más antiguo es un texto del rey Asturiano Silo fechado en el año 775 en el que dona varias propiedades de caza que poseía en la parte oriental de Lugo.
Aquí también está la famosa Nodicia de Kesos, el primer texto en lengua romance que se conserva. «Este escrito que es un documento reutilizado, en la parte trasera el monje va anotando los quesos que saca de la despensa y lo más importante para localizarlo y centrarlo es que alude a cómo visitando el rey Ramiro III este monasterio también le honraron con quesos que dejaron apuntados», explica el director del archivo de la Catedral de León, Manuel Pérez Recio.
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También podemos encontrar un palimpsesto, que se le denomina así por llevar dos escrituras, una sobrepuesta a la otra o cuestiones curiosas como un Evangelio del siglo XVI escrito en árabe, una de esas cosas que nadie sabe como ha llegado allí. «Lo que sí sabemos es que es un documento extraordinario porque solo se conservan dos o tres en todo el mundo», recala Pérez Recio.
Un documento inédito del que no se puede constatar cual fue su función, ni quienes fueron los que la utilizaron.
Y no es el único, enormes cantorales o casi una decena de incunables también tienen cobijo en este lugar en el que sin llamar la atención descansan 11 siglos de historia.
Una tarea que ha llegado a nuestros días gracias a la labor de los archiveros. Ellos han hecho posible que hoy podamos leer estos textos escritos siglas atrás por los copistas.
«En las catedrales o los monasterios había unas personas que se dedicaban de por vida a transcribir. Eran extraordinarios, a veces, lo que hacen es casi dibujar porque ahora los especialistas cuando leen un documento en latín encuentran cosas sin concordancias y por eso se piensa que igual no sabían latín, pero reproducían perfectamente las letras», explica el director del archivo de la Catedral de León, Manuel Pérez Recio.
Antes de la llegada de la imprenta esta era la única forma de reproducir los documentos.
Había diferentes clases de escritura y los copistas para transcribir utilizaban plumas de ave que dependiendo del trazo eran más o más finas y «las tintas se extraían de diferentes plantas dependiendo el color que se quisiera», detalla Carmen Donoso Martínez, auxiliar del archivo de la Catedral de León.
Una tinta que se impregnaba en documentos que nada tienen que ver con el papel actual. «Los documentos suelen ser de becerro o bien de piel de oveja, de ternera o de vaca. Los más ricos están hechos a base de abortos, eso son los que se llaman de vitela, son finísimos y buenos», explica Manuel Pérez Recio.
Pasear por el archivo de la Catedral es hacer un viaje por la memoria de León. Este pequeño recinto da cobijo a una gran parte de los antepasados leoneses.
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Antonio Paniagua y Sara I. Belled
Abel Verano
Fernando Morales y Álex Sánchez
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