Poncho K regresa a León con '11 Palos'

Nace en Sevilla, ¿Cómo recuerda esa Sevilla de su niñez?

La recuerdo con cariño. Sevilla tiene sus cosas buenas y malas, pero al final me he quedado con las buenas y las malas la he dejado para aprender nuevas cosas.

Se va muy pronto a Madrid con un pie por delante y otro por detrás.

Yo me fui a Madrid con mucho miedo, porque era muy joven y no tenía las cosas claras. Para mí era irme a un mundo nuevo, pero me podían más las ganas que el miedo. No ha ido mal la cosa (risas).

Poco después, le llega la oportunidad de grabar con una gran discográfica, Sony.

Más que ser algo impactante yo pensaba que no eran conscientes de lo que estaban fichando. Creo que ellos tenían unas expectativas que no eran las reales, porque yo no encajaba con el resto de productos que tenía esa compañía. Yo tengo un rol de calle que no podía sonar en muchas radios, como así sucedió. Pero bueno aproveche ese tirón y me vino bien.

Ahora ya ha dejado las grandes discográficas…

Si porque es más cómodo, es más manejable. En una compañía cuando quieres dar un paso hacia adelante tienes que contar con mucha gente, es mucho más lento y está sujeto a diversos protocolos. Además, con los años se han acentuado las condiciones; yo cuando entre había más libertad, quizá porque tenían más trabajo, pero con el paso del tiempo cada vez se me hacía más incómodo. Ahora, no me planteo estar con una compañía.

¿Cómo ha visto su evolución en la música?

La música es como una montaña rusa. En mi caso, ha habido discos que durante las giras había mucha gente, mucha euforia y al siguiente disco, ya no había tanta gente, para luego más adelante volver a llenar salas. Al final con la suma de todos tus discos te vas haciendo un hueco en el panorama musical, pero no tengo un momento exacto en el que se produce el cambio.

¿Cómo se mantiene uno en los altibajos?

Por la ilusión, porque dinero no hay (risas). Te tiene que gustar mucho esto porque si no no aguantas el tirón. confieso que muchísimas veces he dicho «hasta aquí hemos llegado, me voy a buscar un curro y me olvido de esto», es muy duro aguantar épocas que no tiras para adelante. Ahora me alegro de no haberlo dejado.

"11 palos" es el nuevo álbum que viene presentar a León, ¿cómo define a este nuevo disco?

Es el disco que está más asentado, dejándome llevar y transmitiendo lo que me sale. Tengo esa forma de componer, esa cadencia, esa voz que hacen que me salgan las cosas con un estilo propio.

Este disco cuenta con la colaboración del Drogas (Enrique Villareal).

Me hacía especial ilusión que Enrique estuviera en un disco mío, porque es el abuelo del rock. Además, esa canción le venía perfecta para él, según la terminé lo primero que pensé es que ese tema lo tenía que cantar el Drogas.

Tres años estuvo de gira con “Caballo de Oro” que culminaron con un disco en directo en el que colaboraron, Vito, Manolo Cabezabolo, Rubén Pozo o Raquel Winchester.

Fue un placer, pero no tengo en cuenta el nombre de los colaboradores sino el vínculo que me une a ellos. Todos los que están en ese disco son mis amigos y me apetecía que estuvieran en la grabación.

Sus canciones hablan de temas sociales, pero a diferencia de otros grupos no entra de lleno a hablar de política.

Tengo otra forma de verlo, no quiero ir de reivindicativo porque no lo soy. Mi lucha es propia, pienso en un cambio propio y por eso mis canciones hablan de mi diminuto mundo sin ninguna pretensión de convencer a nadie.

Cuando empezó se le comparaba con Extremoduro, sin embargo, ahora ya ha construido su nombre propio.

Todavía sigo escuchando lo de Extremoduro, es verdad, que mucho menos. Es cierto que tengo mi propio nombre, pero todavía hay gente que me dice este tema esta influenciado por otro artista. Pero ya se reconoce mi estilo personal, creo que ya tengo un sello propio y eso es muy bueno.

¿Qué tiene el rock estatal, que a pesar de no sonar en las radio formulas, sigue teniendo presencia?

El secreto del rock and roll español, a pesar de las modas, es que no se corrompe. Es un género callejero y ese espíritu de los que se sienten distintos es lo que lo ha conservado. Creo que el rock tiene que estar en los bolsillos de la gente de la calle.

Poncho k a qué le da más importancia al disco o al directo.

Yo creo que tiene que haber un equilibrio. Yo, seguramente, tenga un concepto diferente al resto de compañeros porque los discos me gusta mucho cuidar la letra y los detalles, que quede impoluto. El directo, por su parte, tiene vida propia; las canciones están vivas. A mí no me gusta ensañarlas mucho e incluso hago cambios en el momento. Una de las cosas que me han criticado es que me equivoco en directo, pero con el tiempo he aprendido a valorar esos fallos.

También ha desarrollado la faceta de escritor publicando varios libros( Trolo y Zurraspas).

A mi gusta escribir, para lo que sea. Es cierto que normalmente son canciones los que escribo. La faceta de escritor es fruto de recopilar aquellas canciones que me sobraban para un disco.

Soy muy maniático para las letras, una vez que termino un tema tengo que dejarlo reposar y volver a escucharlas. Las cambio mucho, les doy muchas vueltas; es un proceso que conlleva algo de sufrimiento.