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Son pocos aquellos que no conocen algo de Pignoise. La banda madrileña, liderada por Álvaro Benito – exfutbolista del Real Madrid y también comentarista deportivo – sembró en sus inicios con temas que se podrían calificar de tradición popular, que todo el mundo corea y, al menos, le suenan. Dos décadas después de sus inicios, han vuelto a girar por toda España y este sábado, en el marco del Hallowindie, regresan a León, donde no será la primera vez que actúen.
«Hace mucho que no tocamos por allí y nos encanta volver a lugares donde hemos disfrutado», explica a leonoticias Álvaro Benito, vocalista de Pignoise. Con «buenas referencias» del Hallowindie, tienen un claro objetivo: «Mantener la energía de nuestra gira, que la gente lo pase bien y que nuestra música trascienda al público».
Porque para Álvaro Benito, su trabajo, «el más bonito de mundo», tiene el privilegio de «ir con tu caravana repartiendo alegría». Pero también una responsabilidad, explica, como es la de ponerse en la piel del público: «Me encanta la música en directo, voy a muchos conciertos y hacemos ese ejercicio para tratar de conectar con la gente, para saber qué necesita en cada momento».
Pignoise llega a León en su vuelta a los escenarios, algo que están disfrutando mucho. Benito recuerda los inicios, «que fueron de una manera inconsciente e inocente», con el único ánimo de «expresarte, tocar en algún bareto y poco más». «Nunca sabes qué puede pasar cuando empiezas y lo más difícil es conectar. Era una ilusión, pero los objetivos no eran ambiciosos. Pero empiezas, mejoras y vimos que podíamos dedicarnos a esto», expresa.
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Su experiencia en el mundo del fútbol como jugador del Real Madrid en los años 90 – y una pronta retirada a causa de las lesiones – le sirvieron de mucho en la carrera musical. En primer lugar, para que el éxito en este área les llegara «con más de 30 años», algo que les ha servido para seguir juntos: «Teníamos y tenemos los pies en la tierra y tenemos una buena convivencia. Es el secreto para seguir con la banda».
Pero también a nivel de mentalidad. Álvaro Benito destaca la «persistencia» como el valor del mundo del deporte que más le ha servido para su faceta musical. «El fútbol te obliga a estar todo los días al pie del cañón, llueva, truene o estés cansado. Cuando empezamos, tenía pocas nociones como instrumentista y nunca había cantado. Pero emprendimos un camino, aprendimos y ahora veo en lo que nos hemos convertido, en cómo interpreto encima del escenario… y somos un grupazo», sostiene.
Pero también ve diferencias entre el fútbol y la música. «El fútbol es una competición, hay un rival y hay incertidumbre, porque no sabes qué va a pasar. Y van a ver a un equipo, al que tú representas. Pero en la música van a verte a ti, a tu grupo y eres tú siempre. Y hay certidumbre: tienes que repetir lo ensayado. Sólo cambia que aprendes a saber leer qué hacer en cada espectáculo. La música es algo lúdico y el fútbol… es sufrimiento», expresa.
Y, ¿qué es Pignoise? Benito ve una evolución en la banda, que comenzó con un «pop-punk más melódico, con influencias de lo que escuchábamos» para ser un grupo más «pop, con envoltorio guitarrero y estructuras sencillas» en la actualidad, siendo las melodías lo que más valoran: «Es lo más importante y lo más difícil de conseguir».
Y, con ello, han enganchado a su público de siempre, pero también mucha gente joven. «Es lo que más nos sorprende. Los que nos escuchaban en los inicios se han quedado, pero muchos jóvenes se han incorporado. Y eso es algo positivo. Las canciones se han quedado de forma orgánica. Llevamos 15 años sin discográfica, estuvimos sin tocar seis años cuando me puse a entrenar, somos un desastre en redes sociales… pero las canciones se han quedado porque siguen sonando en los bares», valora.
De esta manera, Pignoise llega a León con una promesa: «Nuestro directo es muy bueno y, no quiero ser presuntuoso, pero nuestro show está muy currado». Álvaro Benito se propone «generar una energía bestial» en el Palacio de Exposiciones de León este sábado y que la gente «cante y baile». «Queremos conectar con la gente, que lo pasen bien. Es lo más importante. Y que los leoneses que vayan a vernos salgan diciendo: 'Me lo he pasado de puta madre. Quiero repetir'».
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