Pablo Alborán vende 600.000 entradas antes de empezar su gira por doce países

Semejante demostración de poderío, solo a la altura de estrellas como Alejandro Sanz, es la continuación lógica al fulgurante éxito de 'Prometo', su cuarto disco de estudio, el que compuso durante los dos años que se apartó de los focos para «desconectar», recuperar la vida familiar y tomar impulso, que en apenas seis semanas -salió el 17 de noviembre- se ha convertido en el álbum más vendido en España en 2017, con 40.000 adquisiciones solo en los siete primeros días y ya cuádruple disco de platino.

La gira, con una duración inicial de diez meses y con escala en 47 ciudades, comenzará el 1 y 2 de marzo, con sendos conciertos ya sin localidades en Ciudad de México, y concluirá, al menos por ahora, el 21 de diciembre, en el Palau Sant Jordi de Barcelona. El primer tramo, de dos meses, recorrerá diez países de América Latina, con despedida, el 28 de abril, en Temuco (Chile). La gira española arrancará, el 18 y 19 de mayo, con sendos conciertos con entradas ya agotadas en su cuna, la capital malagueña, y durante siete meses recorrerá 20 ciudades, con casi la mitad de los espectáculos ya con el cartel de 'sold out' desde finales de enero. Hará un paréntesis en el 'tour' español en octubre, para llevar su convoy de ocho tráileres y dos autobuses a Estados Unidos, donde dará ocho espectáculos en plazas como Nueva York, Los Ángeles o Miami.

«Me he preparado muy bien», aseguró hoy Alborán, después de tocar en directo y con toda su banda 'La llave' y 'Tu refugio', dos de los 'singles' de su último trabajo, en lo que quiso ser un aperitivo de cómo serán sus directos, de unas dos horas de duración. No por casualidad eligió para la presentación el local de ensayos, en el que lleva encerrado con sus músicos y técnicos los últimos dos meses y medio, para pulir hasta el último detalle del «nuevo sonido» de los algo más de 20 temas, de todos sus discos, que tocará en cada concierto. «Quiero que viajemos del presente al pasado y al futuro a través de las canciones y que entre todos podamos parar el tiempo».

Con un escenario de 24 metros, tres grandes pantallas -la central de 16 metros-, 120.000 vatios de sonido y 115.000 de luz, promete sorpresas -«me guardo ases en la manga»-, adaptaciones, versiones, «desnudos musicales» y colaboraciones sobre el escenario. «Va a pasar de todo», insiste, y no oculta que su deseo sería cantar en directo 'Boca de hule' con Alejandro Sanz, tal y como lo hace en su último disco. Si le dan a elegir, la canción que más ganas tiene de tocar es 'Prometo', la que da nombre a la gira. «Es que me da alas. Cuando la canto al piano puede pasar de todo».

El músico malagueño no esquivó preguntas ajenas a la gira. Volvió a combatir la reventa, porque «no quiero que engañen a mi público»; dijo que está dispuesto a probar colaboraciones con ritmos urbanos (rap, reguetón, etc.), «siempre que no haya un vocabulario obsceno y siempre que se respete a la mujer»; confesó que él también echa de menos la peca que tenía bajo el ojo izquierdo, pero no aclara el motivo por el que se lo quitó; e insiste en que no tiene pareja alguna. «Ayer, en San Valentín, me hinché a comer chocolate; con eso lo digo todo», bromeó.

'Tour Prometo' debería concluir tres días antes de Nochebuena, pero Alborán dio a entender que si los fans les desbordan, como parece que puede ocurrir, se extendería a 2019. «Lo que el público quiera», fue su respuesta. «Nunca se sabe. Si la gente quiere más, tendrá más», dejó abierta la puerta de par en par.