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En 2004, un programa de Televisión Española eligió las canciones favoritas de los vascos. En primer lugar aparecía 'Cien gaviotas', de Duncan Dhu, seguida de 'Libertad sin ira' de Jarcha y 'Libre' de Nino Bravo. No deja de ser curioso que los votantes, de entre ... 18 y 29 años, escogieran un himno del artista valenciano, que por entonces hacía más de 30 años que había muerto. Medio siglo después de su desaparición, el cantante de 'América, América' y 'Un beso y una flor' permanece incrustado en la memoria sentimental de varias generaciones, desde los que lo conocieron vivo a quienes lo disfrutan en karaokes, incapaces de emular su chorro de voz.
Son las diez de la mañana del 16 de abril de 1973. El BMW 2800 blanco conducido por Nino Bravo encara una curva con cambio de rasante de la N-III a su paso por la localidad conquense de Villarrubio camino de Madrid. El vehículo se sale de la calzada y da varias vueltas de campana. Gravemente herido, el artista valenciano fallece horas después en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco, hoy Hospital Gregorio Marañón. Sus tres acompañantes, los integrantes del Dúo Humo, a los que iba a producir su primer disco, y un guitarrista logran sobrevivir. Nino Bravo tenía 28 años y a su entierro en el cementerio de Valencia acudieron 10.000 personas. Siete meses después, nació Eva Ferri, la segunda de las hijas que tuvo con Amparo Martínez.
Apenas cuatro años le bastaron para dejar una huella indeleble en la canción popular española. De 1970 a 1973, el cantante enlazó un éxito tras otro y fue al menos cinco veces número uno en España y Latinoamérica. Julio Iglesias y Camilo Sesto triunfaron también como baladistas, pero ninguno ha podido presumir de la portentosa voz del autor de 'Mi tierra', entre la lírica y el pop, que vendió 14 millones de discos. En Spotify, 'Un beso y una flor' acumula casi 72 millones de reproducciones. El artista disfruta en la plataforma de 1,3 millones de oyentes mensuales.
Luis Manuel Ferris Llopis nació el 3 de agosto de 1944 en Aielo de Malferit, Valencia. Con 16 años comienza a trabajar de aprendiz en una joyería y por las noches se pluriemplea en un restaurante. A los 17 años canta en Los Hispánicos, un trío que llegó a ser finalista en un concurso radiofónico a escala nacional. Dos años más tarde entra como sustituto del solista en Los Superson, un grupo donde cultivó el pop y la música romántica hasta que en 1966 tiene que cumplir el servicio militar en Cartagena.
El 16 de marzo de 1969, Manuel Ferri Llopis, con traje blanco de pata de elefante y zapatos del mismo color, debuta en solitario como Nino Bravo en el teatro Principal de Valencia, en plenas Fallas. Según su representante, Miguel Siurán, Nino era en honor al compositor Nino Rota; el apellido llegó después de que el mánager espetase un «¡bravo, nano!» a un hombre que intervino en un garito valenciano en favor de una prostituta con quien discutían tres marineros.
Firma un contrato con la discográfica Fonogram e interpreta temas escritos por Manuel Alejandro, el compositor habitual de Raphael, que reciben una tibia respuesta. El cantante se presenta al Festival de la Canción Española con 'Esa será mi casa', pero le tumba Julio Iglesias con 'Gwendolyne'. 1970 es su año triunfal. 'Te quiero, te quiero', un tema que Augusto Algueró compuso para Lola Flores y Raphael, llega al número uno y sirve de adelanto de su primer LP.
Solo le dio tiempo a sacar cinco discos, el tercero de ellos, 'Un beso y una flor', con una cuidada producción y canciones inmortales como 'Cartas amarillas' y 'Noelia', un nombre que los registros civiles se hartaron de inscribir en los años posteriores. El cuarto LP, 'Mi tierra', incluye uno de sus temás más versionados, 'Libre', cuya letra siempre se ha pensado que habla del segundo muerto por intentar saltar el Muro de Berlín, aunque su biógrafo, Darío Ledesma, lo desdice y asegura que reivindica a los presos de la dictadura de Pinochet. El single de 'América, América' y el quinto disco se publican de manera póstuma, cuando el país llora a un artista lleno de sueños sin cumplir. Como esa discoteca en Valencia ambientada en los libros de Julio Verne, desde la que dar a conocer a talentos locales, o la inminente conquista de los mercados de habla no hispana.
Discos de duetos, un musical, un sinfín de versiones y, por supuesto, su obligada inclusión en cualquier karaoke que se precie han mantenido vivo durante medio siglo el arte del cantante. La Comunidad valenciana ha declarado 2023 el Año Nino Bravo y celebra durante el mes de abril exposiciones y conciertos en su honor. Un museo en su pueblo natal reabre la próxima semana con discos de oro, trofeos y trajes de su hijo más ilustre.
Nadie sabe hasta dónde hubiera llegado un artista al que no se le conoció un escándalo y que demostró su ambición produciendo a otros músicos y creando un estudio de grabación en su adorada Valencia. Su legado son un puñado de gloriosas canciones imposibles de no tararear: «Dejaré mi tierra por fin. Dejaré mis campos y me iré, lejos de aquí...».
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