La música que sale de las raíces

La magia de la música celta resuena fuerte en el Auditorio Ciudad de León. Y la fuente de la que emana esa magia no es otra que la de la gaita y la flauta de Carlos Núñez. La noche de este sábado, León se ha convertido en la capital del mundo celta.

El músico ha vuelto a León después de pasar este viernes por un Teatro Bergidum que colgó el cartel de 'no hay entradas' para llenar una vez más el auditorio de la capital en un concierto único lleno de naturaleza, arte, raíces y mucho sabor leonés.

El gaitero vigués aparecía por uno de los laterales del auditorio para sorpresa de los allí presentes. Antes, sus músicos también hacían su aparición. Pancho Álvarez a la guitarra, Xurxo Núñez a la percusión, Jon Pilatzke, (The Chieftains) al violín e Itsaso Elizagoien al acordeón, acompañaban al mago de la gaita en su periplo por la capital y el público se rendía ante ellos.

Y no era para menos, Núñez había preparado un espectáculo cargado de emoción y emociones para todos sus seguidores con numerosas sorpresas con tintes de la tierra.

Comenzaba el espectáculo con la jota tradicional 'Amoura' justo antes de que Núñez invitara al escenario a la primera sorpresa de la noche. La joven cantante Laura Álvarez subía al escenario guitarra en mano para cantar junto a la banda celta la canción 'El ramo verde' que despertó los aplausos y los vítores del público.

El acordeonista lacianiego Borja Rodríguez sería el siguiente en hacer su aparición para marcarse un dueto con su homóloga Elizagoien en escena.

Las gaitas y las dulzainas resonaron con fuerza en el auditorio para reivindicar el sonido más tradicional, el del pasado común del norte de la península.

Pero las sorpresas no se quedaron ahí, un grupo de gaiteros y un más que merecido homenaje a María, Ceferina y Estefanía, las pandereteras leonesas que llevaron el sonido tradicional de León a todo el territorio nacional, hicieron que el concierto de Carlos Núñez se quedara guardado en las retinas de todos los que allí se encontraban.

Una reivindicación a la música tradicional de manos de un genio internacional. Fiel a su gaita, pero sin olvidar la flauta y la ocarina que siempre le acompañan, Núñez desplegó un repertorio en el que combinó sus éxitos más recientes como los temas que le hicieron saltar a la fama hace 25 años.

Un concierto cargado de magia, tradición y sonidos que salen del corazón.

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