Caótico Camela en León

Camela en León, y en esta ocasión ha sido mucho más que un concierto. La actuación del grupo madrileño en el 'León Arena' ha terminado en la madrugada de este sábado envuelta en polémica.

Fueron miles de personas las atrapadas en medio de un caos que se inició en la apertura de puertas, que finalmente se realizó con más de dos horas de retraso.

Durante ese tiempo, todo tipo de explicaciones que no convencían a los presentes. «Problemas técnicos», decían en un inicio. «Problemas de sonido», aseguraban más tarde. «Problemas en el suministro eléctrico», también se pudo escuchar.

Lo cierto es que las puertas tenían que abrirse a las ocho y media de la tarde y no lo hicieron hasta las diez y media de la noche. Durante ese tiempo, en las inmediaciones del 'León Arena', eran miles las personas que se agolpaban en espera de una solución.

Pero con la apertura de las puertas no finalizaron los problemas. Al contrario. Fue un punto y seguido. Dentro se sucedieron los retrasos. Dionisio y María de los Ángeles no aparecían. Y tampoco había aclaraciones o explicaciones.

Pasadas las once de la noche, por fín, Camela hizo acto de presencia en el escenario. Y entonces, un nuevo caos: solo funcionaba un micrófono.

Pero tanta era la hartura a esas alturas que ya todo daba igual y el concierto avanzó en unas condiciones pésimas. Eso sí, hubo tiempo para corear los temas, incluso para cantarlos al margen de sus protagonistas. Para entonces todo, o casi todo, daba igual.

Camela fue caótico, desordenado, imprevisible en el peor sentido, una chapuza si se atiende a los cánones de un concierto con miles de personas. En medio del caos, eso sí, hubo quien se lo pasó bien recordando los tiempos de Tropicana donde la música, en ocasiones, era lo que menos importaba.

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