Izal y Zahara o el acústico redondo

El precio de la fama, esa a la que accede el artista y de la que en ocasiones quiere prescindir, se paga al precio de ofrecer siempre la mejor versión. Poco importa que el jueves Zahara se marcara un concierto histórico o que Izal lleve un año del locos. El viernes tenían que rendir el el acústico ofrecido por Cómplices de Mahou. Y no solo rindieron, sino que se fundieron en uno.

Combinando charla con canciones, ofrecieron lo mejor de su carta y se mezclaron en algunos temas como Lucha de Gigantes (realmente inolvidable) o el Frío, de Zahara. Tampoco faltó La Mujer de Verde o Qué Bien. Y sí, qué bien poder disfrutar de estas dos bandas en León. Qué bien.

Leonoticias charla con Zahara

Decir que uno de los nombres de este 2016 que se acaba es el de Zahara no es en absoluto descabellado. En una maratón de entrevistas, la cantante de moda en el indie nacional hace un hueco para atender a leonoticias. No hay postura, se muestra como lo que es, una artista que un buen día decidió salir a la selva de la música con el machete en la boca. Ni grandes discográficas ni promociones de película si en el camino se quedaba el alma. El viernes Zahara pondrá parte de su 'Santa' en el escenario, que comparte con Izal. La 'caída libre' de este 2016 no ha podido ser mejor.

- La primera es obligada. El jueves subió a Yola Berrocal (forma parte de la letra de 'Caída Libre, uno de sus temas) al escenario en su concierto de fin de gira en la Riviera en Madrid... Le quedará poco por hacer en la música, ¿verdad?

- Me puedo retirar tranquilamente [risas]. Se cumplió un sueño, hace seis años conocí a Yola Berrocal en un tren Cercanías de Ciudad Real a Albacete, me cedió el asiento para que pudiera ir con mi amiga y con esa anécdota hice 'Caída Libre'. Seis años después Yola apareció en Madrid para bailarla y fue una experiencia loquísima que jamás imaginé, el público lo agradeció muchísimo.

- La guinda del pastel para Santa, su disco más redondo...

- Gracias, sí, físicamente es muy redondo [risas]. La verdad es que estoy muy contenta con este disco porque todo lo que me ha traído y el crecimiento de este año y medio es tremendo. Musicalmente es lo que quería crear, me salgo del disco anterior, que era un monográfico sobre la tristeza y aquí pasan cosas.

- Rompe con la idea de 'niña buena' que muchos tenían sobre usted, ¿había ganas de tirar ese muro?

- No ha sido de forma deliberada, me salió esto. Es verdad que desde que empecé tenía las dos caras, una de mis bandas favoritas es Tul, que es de heavy metal. En mis canciones y puesta en escena, aunque parezco dulce era muy ácida en los comentarios que hacía sobre el escenario, pero todo se quedó muy en el envoltorio y no se llegó nunca a profundizar. Con 'Santa' he mostrado más y la gente lo ha entendido mejor. Ha roto con esa Zahara dulce rellena de Lacasitos y algodón de azúcar y ha limpiado ese rechazo que pudiera haber.

- Este concierto acústico, después de la fiesta de fin de gira, será como ponerse las zapatillas de andar por casa.

- Es raro sin duda, ayer acabamos casi haciendo el pino y de forma muy loca con 25 personas en el escenario. Hoy vengo aquí a una sala pequeña y el contraste es chocante. Pero juego en casa, porque el acústico es lo que más he hecho en mi vida y tiene la nota de tensión que es estar con Izal, no puedo bajar la guardia.

- Le ponen a una el listón muy alto.

- Sí, tienes que estar a la altura, yo podía estar más relajada si solo cantara yo, pero esto te hace estar atenta.

- No es su primera vez en León.

No, he estado en el Gran Café varias veces y en el América, un sitio que ya cerraron que me encantaba, era mi lugar. León me encanta, es preciosa y la gente siempre me ha tratado bien, el Barrio Húmedo es genial y la gente de aquí también.

- ¿Habrá tiempo para recordar el Barrio Húmedo?

- Qué va, he llegado justo para la prueba y hoy habrá que ir a dormir pronto como una reina y señora que soy.