Loquillo, guardián de las esencias del rock

Lo abre con 'Salud y rock and roll', toda "una declaración de principios", dice este rockero que lleva subido en la ola del éxito desde hace casi 40 años en los que ha vendido tres millones de discos.

"Estoy contento, encantado, satisfecho. Llegar a vender tres millones de copias es el triunfo de una actitud y un trabajo que se aprecia", se ufana. "Estos 38 años de trabajo, este trayecto en la carretera, es el triunfo de una voluntad" resume ."Y más ahora que los políticos han tomado el sitio de las estrellas del rock, hay que apostar por el rock español, eso es echarle cojones".

Si echa la vista atrás está orgulloso de su trayectoria. "Lo llevo con voluntad. Se trata de seguir caminando. Esto es un oficio, una industria que nos ayuda a ser mejores, y más ahora cuando la educación y la cultura están en sus peores momentos, cuando el 25% de las industrias culturales están en el paro y estamos masacrados por la piratería".

Sin complejos, se atreve a versionear 'Me olvidé de vivir', un clásico de Julio Iglesias. Para que nadie se tire de los pelos, recuerda que quien hizo grande esa canción de Pierre Billón y Jacques Reveaux fue Johnny Hallyday, otro viejo rockero como él, y no el universal y meloso Julio Iglesias, en las antípodas del rock. "Si Hallyday no es rock apaga y vámonos" dice.

"Loquillo es una definición de estilo, un sello de cómo hacer las cosas", dice el artista que, con 55 años, está satisfecho de su andadura y que sigue plantando hitos. En los 80 fue 'El ritmo del garaje', en los 90 'La vida por delante' y en la década pasada 'Balmoral'. "'Viento del este' es el punto y seguido, el ahora. Esta es la muesca perfecta en el revólver", dice orgulloso de su nuevo disco.

Son en total doce nuevas canciones que han contado con la producción de Mario Cobo y José García. Es una vuelta de tuerca de este capitán del rock ibérico después de 'La nave de los locos', aparecida en 2012, y 'Código rocker' su álbum de 2015 y número uno en las listas.