El museo de San Isidoro dedicará la capilla de San José a las Cortes de 1188

La Sala Capitular de San Isidoro ha sido el lugar en el que se ha sellado el pago de «una deuda» con la historia de León.

El abad de la Real Colegiata, Luis García, y el presidente de la Fundación Castilla y León, Carlos Pollán, rubricaron el acuerdo para dotar al nuevo museo de un espacio dedicado a las Cortes de León de 1188, las primeras en las que se dio voz y voto al pueblo junto a la nobleza y el clero.

Para rememorar este acontecimiento se ha escogido la capilla de San José, ubicada en el corredor del claustro principal, y que actualmente se encontraba en desuso. «Esa memoria, recogida en la Unesco, se merecía ese ambiente, en el lugar donde se celebró, y que tuviera una visita en nuestro museo».

El abad del cabildo isidoriano se congratulaba de «dar cumplimiento a la deuda» y poder destacar «con más intensidad y fuerza» el acontecimiento.

Dos grandes momentos se relatarán en la sala. Por un lado, la vida de Alfonso IX; y, por otro, la reproducción de los Decreta que se consignaron en aquella curia plena. «Podremos disfrutar de la capilla de San José y de la exposición en sí misma y reconocer lo que supuso para León y la humanidad».

Los trabajos actualmente se centran en elaborar las vitrinas. El facsímil ya está en San Isidoro y la instalación será «bastante rápida» por lo que se espera que los visitantes del museo la puedan admirar a finales de febrero.

Todo ello será posible gracias a la iniciativa del propio presidente de las Cortes y una inversión de 36.000 euros. Con ello se garantizará «todo lo necesario» para adecuar la capilla, la musealización y la puesta a punto para uso y disfrute del público.

Carlos Pollán señalaba la «ubicación perfecta» para poner «en el sitio que se merece» el acontecimiento. «Se dará relevancia a lo que supusieron esas Cortes de León para como conocemos hoy el parlamentarismo. Se merece ese espacio en el museo».

Luis García y Carlos Pollán han visitado la capilla de San José, ahora vacía, en la que se ubicará el homenaje a las Cortes de 1188. Un pequeño espacio que albergará la gran historia de León, que reconoce la Unesco, y que sitúa a la ciudad como cuna del parlamentarismo europeo.