¿Cómo nace un libro? Del manuscrito del autor a la estantería del lector

El sonido de los pájaros y el pitido del tren de Feve que con su traqueteo recorre las vías que se ven desde las ventanas son la única banda sonora del refugio donde habita Eolas Ediciones. Procedente del gaélico, el nombre de Eolas significa 'conocimiento', un concepto más que oportuno para una editorial que desde 2009 busca precisamente llenar las páginas de los libros del aprendizaje «que siempre encuentras cuando te adentras en cualquier libro».

Héctor Escobar compagina su trabajo al frente de la Librería Universitaria con su papel como editor en Eolas. Al cobijo de su nave de trenes ubicada en la estación de San Feliz del Torío y reconvertida en un espacio de cultura, reconoce que la sede de su editorial, que sirve también como local de ensayo de su grupo de música y espacio expositivo y de actividades, no podía haberse creado en un lugar con un nombre más apropiado, porque es su «sitio feliz».

Entiende su trabajo de editor como un «privilegio» y una responsabilidad, la de «hacer libros bien, que sean atractivos, contagiosos y que los lectores vean que cuando hacemos un libro bello hay algo más que un trabajo de producirlo, sino que también existe la exigencia y el respeto hacia el autor y a la trascendencia de la literatura a lo largo de la historia».

Entre paredes recubiertas de obras de arte, libros que ocupan estanterías y pájaros de cartón y papel que cuelgan del techo, Escobar reconoce que León es un territorio que, como el Celama de Luis Mateo Díez, existe para la literatura. Al nombre de nuestro Premio Cervantes suma el de los más grandes escritores leoneses de fama internacional, sin olvidar a las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte.

«Creo que tiene que ver con el territorio. El territorio leonés es sumamente interesante para la literatura», reflexiona el editor, que rememora esos «inviernos fríos, paisajes montañosos, distintas comarcas con riqueza sinigual» dentro de una misma región que hace de León «un lugar muy atractivo».

Es además la provincia leonesa una tierra de lectores. La capital del viejo reino es una de las ciudades que suma más librerías por habitante. Porque la gente de León, como asegura Escobar, es «muy lectora». En 2015 llegaba uno de los mayores batacazos para el sector. La editorial Everest, que llegó a ser una de las más importantes del panorama nacional junto con Santillana, SM o Anaya, cerraba. Tomaban el testigo de su labor pequeñas editoriales como Eolas, Menoslobos o Ediciones Menguantes, que hacen «una labor maravillosa y ponen a León en el mapa como merece». «Me siento muy orgulloso de los compañeros libreros y de las editoriales de León también», dice con satisfacción Escobar, que reconoce el mimo y cuidado que se intuye en cada proyecto pequeño donde dice, «reside la belleza», y que sirve como «antídoto a la frialdad de los dispositivos digitales».

Pero, ¿cómo nace un libro? Explica Escobar que el proceso comienza cuando el autor envía un primer manuscrito a la editorial. Se seleccionan aquellos que tienen la suficiente calidad y encajan en alguna de las colecciones de la misma y se establece la relación con el autor, fijando una fecha de publicación e iniciando el proceso. El manuscrito se introduce en un programa de maquetación, donde se vuelca el texto, se corrige, se definen las páginas y, una vez que se aprueba todo, se decide el diseño de cubierta para enviarlo a imprenta y recibir un primer ejemplar.

Llegan al almacén de San Feliz de Torío los libros, que quedan a disposición de las distribuidores. En el caso de Eolas, trabajan con siete a nivel nacional y tres internacionales, y se encargan de repartir los ejemplares a las librerías. «El librero lo coloca en su sección y el libro espera a que llegue un lector, que lo paga y se lo lleva a su casa», comenta con una sonrisa Héctor Escobar, responsable desde 1998 de la Librería Universitaria, que reflexiona sobre ese viaje que es la literatura, «un camino continuo» en el que se unen de forma casi mágica «un tipo que está escribiendo en su casa con otro que coloca su libro en la estantería de la suya y que jamás pensaron que iban a tener una vinculación».

Entre historias, la conversación viaja hacia las ferias del libro más importantes de todo el mundo, donde la labor editorial es fundamental, así como el papel de las presentaciones de libros que Escobar entiende más como un diálogo entre autor y público sobre temas tan amplios como el campo de la literatura abarca.

En España se publican más de 80.000 títulos al año. Un panorama que obliga a elaborar ejemplares cuidados, especiales, interesantes y que atrapen al lector. En busca de esa autenticidad, de poner en valor el «riquísimo vocabulario, la ortografía y la gramática que tenemos en España» que para el editor es «la mayor industria de nuestro país», las editoriales de León trabajan para llevar las historias de la mente de los autores a los hogares de los lectores.

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