Milan Kundera en 1973. AFP

Muere el escritor checo Milan Kundera a los 94 años

El autor de novelas como 'La insoportable levedad del ser' y 'La broma' fue uno de los habituales postulantes al Nobel de Literatura

Miércoles, 12 de julio 2023, 11:48

El escritor checo Milan Kundera (Brno, República Checa,1929), uno de los más relevantes del siglo XX y habitual postulante al Nobel de Literatura, murió este miércoles a los 94 años, según informó la emisora pública Radio Praga. La portavoz de la Biblioteca Milan Kundera ... en su ciudad natal, Anna Mrazova, confirmó la defunción a la agencia France Press, y achacó la muerte a una larga enfermedad.

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Con la Primavera de Praga de 1968, año en que los tanques soviéticos machacaron sin contemplaciones la revuelta, su obra fue prohibida. El escritor pasó infinitas penurias y malvivió como pianista de jazz hasta que en 1975 tomó el camino del exilio. El destierro le traumatizó durante mucho tiempo, no solo por la ausencia de la patria, sino también por el pobre francés con que se desenvolvía al comienzo de su ostracismo. Con todo, supo sobreponerse a las dificultades y alumbró la emblemática novela 'La insoportable levedad del ser' cuando ya llevaba seis años afincado en Francia.

Hijo de un reputado musicólogo y pianista que fue discípulo de Leos Janácek, el joven Kundera estudió musicología y composición musical, un aprendizaje que dejó una impronta honda en su obra. No en balde, su literatura está plagada de influencias y referencias musicales. Al terminar la educación secundaria, se interesó por el mundo de las letras y cursos estudios de estética en la Universidad Carolina de Praga. Su pasión cinematográfica le condujo a la enseñanza de historia del cine en varias instituciones de la capital checa.

Prosista, poeta, dramaturgo y ensayista, probó suerte en el teatro y adquirió cierto prestigio con la escritura de 'El dueño de las llaves' y 'Bobada'. Publicó en 1967 su primera novela, 'La broma', que abordaba la existencia de varios checos en los años terribles del estalinismo, visto todo con una perspectiva burlona.

En 1979 le retiraron la ciudadanía y se convirtió en un apátrida hasta que François Mitterrand le concedió la nacionalidad francesa, en una ceremonia que compartió con Julio Cortázar. Las autoridades checas no le restituyeron el pasaporte hasta 2019, no sin antes pedirle disculpas. Abjuró de la condición de escritor disidente y abrazó el francés como lengua literaria. De hecho, no consintió traducciones al checo hasta hace apenas tres años.

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Maestros

Siempre remiso a conceder entrevistas y recibir honores, sus ficciones beben del imaginario de Robert Musil y la filosofía de Friedrich Nietzsche, aunque también es tributario de la influencia de autores como Laurence Sterne, Denis Diderot, Witold Gombrowicz, Hermann Broch, Franz Kafka, Martin Heidegger y en especial Miguel de Cervantes, cuya obra consideraba una catedral de la modernidad literaria. «Para mí el creador de la Edad Moderna no es solamente Descartes, sino también Cervantes», sentenció el autor.

Con su segunda novela, 'La vida está en otra parte', se hizo acreedor en Francia del Premio Médicis para obras extranjeras de 1973. Entre sus obras más notables' destacan 'El libro de la risa y el olvido (1979) y 'La insoportable levedad del ser' (1984), una novela de amor y sexo trufada de filosofía.

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Las librerías de todo el mundo vendieron millones de ejemplares en todo el mundo de 'La insoportable levedad del ser', que fue llevada al cine y que le brindó una enorme popularidad a un escritor que acostumbrado una vida de eremita huraño en París. El éxito le sonrió después con libros como 'La inmortalidad' (1988), 'La lentitud' (1998) o 'La identidad' (1998) y declinó de repente tras la publicación en el año 2000 de 'La ignorancia'.

 

«La palabra disidente significa suponerle a uno una literatura de tesis, y si algo detesto es precisamente la literatura de tesis»

 

Desde entonces Kundera se sumió en un silencio narrativo que duró casi 20 años, solo interrumpidos por una obra jocosa pero por debajo de la altura de su talento, 'La fiesta de la insignificancia'. Como tantos otros narradores, también sufrió en los últimos tiempos cierto olvido y afanes canceladores por su «aplastante androcentrismo» y una mirada que cosificaba a las mujeres, según dijo en su día escritor británico Jonathan Coe.

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Pese a haber sido purgado dos veces del Partido Comunista checo, la primera en 1948 y la segunda en 1970, renegaba de la etiqueta de escritor disidente. «No me gusta reducir la literatura y el arte a una lectura política. La palabra disidente significa suponerle a uno una literatura de tesis, y si algo detesto es precisamente la literatura de tesis. Lo que me interesa es el valor estético. Para mí, la literatura procomunista o la anticomunista es, en ese sentido, lo mismo».

En 1900 la publicación checa 'Respekt' acusó al escritor de haber delatado en su juventud a un compañero de la residencia universitaria Kolonka de Praga, hecho que supuestamente le llevó al borde de la ejecución, si bien no le libró de dos décadas en prisión. Kundera lo negó de manera tajante, aunque la revista aportó bastantes documentos incriminatorios.

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En 2001 ganó el gran premio de la Academia Francesa al conjunto de su obra, el Premio Nacional de literatura de la República Checa en 2007 y el premio Reino de Redonda en 2010, que concedía Javier Marías, entre otros galardones y reconocimientos.

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