Gamoneda se mira en los ojos de la nueva generación

Antonio Gamoneda, premio Cervantes, es una de esas figuras literarias que ya corre por las venas de los nuevos escritores que se abren paso en la milenaria tierra de inspiración que es León.

En 'La poesía en los huesos', la maragata Violeta Serrano homenajea a ese hijo de la posguerra presentando un perfil íntimo del adolescente que miraba «la miseria humana desde un baldón en el Barrio de la Sal».

Y así, navegando por aquellos recuerdos en blanco y negro y al precio de «89 pesetas por 80 horas semanales al fin», la vida del joven poeta se entremezcla con el despertar de Serrano, que cruzó sus primeros manuscritos con el premio Cervantes cuando este cumplía los 71 años.

«6 años después volví, con una casa en construcción con vistas al Teleno en un pueblo mínimo, para contarle que me había hecho adulta, que me había convertido en esa escritora que soñaba y, como él, también había dicho no a Madrid», recuerda Violeta al evocar aquellos encuentro con el poeta.

Y abrazados, compartiendo el «acto revolucionario» de compartir una charla amena en una tarde cualquiera, pasado y presente de la literatura leonesa se dan la mano en el punto de encuentro del pensamiento hispanoamericano.