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En 2014, con su primer hijo en brazos, Laura Baena (Málaga, 1981) se dio cuenta de que la maternidad no era tan romántica como se la habían pintado. «Me sentía muy sola», recuerda ahora esta publicista de profesión. Se sentía una 'mala madre'. Por eso ... comenzó a contar en Twitter sus problemas para llegar a todo lo que la sociedad esperaba de ella.
Y ahí descubrió que no estaba sola: al contrario, miles de mujeres compartían sus sensaciones. Aquello fue el origen del Club de Malasmadres, un grupo que en estos años ha abierto nuevos debates y ha llegado hasta las más altas instancias políticas. Pedro Sánchez participó en uno de sus actos en 2018. Baena ha recogido su experiencia de casi una década al frente del club en el libro 'Yo no renuncio' (Lunwerg).
«Hemos conseguido colocar en la agenda pública la necesidad de la conciliación a través de iniciativas que no solo impliquen a las mujeres», explica la autora. A su juicio, medidas como la reducción de la jornada o las excedencias están pensadas solo para las mujeres «y carecen de transversalidad». «Muchas mujeres las ven como una protección paternalista», resume.
Aunque reconoce que en la última década se han dado pasos, Baena cree que la «corresponsabilidad» únicamente ha llegado a una minoría de los hogares. «La mayoría de los hombres entienden la corresponsabilidad como 'ayudar', y eso es solo la primera parte. En el segundo estarían los 'padres ejecutores', que hacen lo que les dicen que hagan. Y la etapa final, la más deseable, es la de los padres que comparten la carga mental que la paternidad y la maternidad suponen».
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