A. ARCE
OVIEDO.
Martes, 22 de marzo 2022, 14:00
«El Día de la Poesía debería celebrarse todos los días del año». Tajante y breve, por aquello de que «estoy tratando de instalar mi ancianidad» y de que el viento incomodaba un poco durante la mañana de ayer, el poeta Antonio Gamoneda, nacido en ... la ciudad en 1931 y premio Cervantes en 2006, se encargó de poner el broche de oro en verso a una jornada diseñada específicamente para homenajearlo. A él y al fallecido -también poeta- José García Nieto. El Consistorio, dentro de su programa 'Oviedo, ciudad literaria', ha instalado sendas placas conmemorativos en las fachadas de los números 6 y 25 de la calle Melquiades Álvarez, lugar de nacimiento de los dos escritores.
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Un acto presidido por el alcalde, Alfredo Canteli, al que asistió el grueso de la Corporación municipal; la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve; y otras personalidades de la vida poética de la región como la presidenta de la Asociación de Escritores de Asturias, Esther García. «Teníamos una deuda pendiente desde antes de la pandemia con dos de nuestros grandes referentes de la poesía. Es un orgullo rendirles tan merecido homenaje», destacó el primer edil.
Después llegaron los poemas. Gamoneda, sin querer ocupar demasiado tiempo frente al atril, declamó su 'Celebración', una composición que habla del «imaginario feliz» de una fiesta que bien podría ser, aseguró, «la de cualquier aldea asturiana». Después, se vistió el traje lingüístico de «los bables» para recitar en llingua asturiana 'Enantes del día', un poema escrito en colaboración con el artista Joaquín Pixán -encargado de convertirlo en canción-.
Para recordar a José García Nieto, Premio Nacional de Literatura en el 57 y uno de los máximos exponentes de la poesía arraigada y cruda de la posguerra, la voz de su hija Paloma. «Qué mejor día que hoy, el de la Poesía», resumió, «para este homenaje en la ciudad que vio nacer a mi padre». Ese que, «por motivos familiares», tuvo que abandonar Oviedo de niño y que, además de su trayectoria en las letras en el catálogo de los del 36, nunca dejó de sentirse «carbayón» en lo más profundo. Así, terminó recitando el 'Asturias en el alma, regreso', de su padre, y enumerando una de sus confesiones en uno de sus libros de artículos en asturiano, 'Les triquiñueles de Cuco': «El que escribe lo arrancaron de Oviedo siendo muy niño. Tengo a Oviedo dentro del alma».
El acto, en el que el regidor hizo entrega tanto al propio Gamoneda como a la familia de García Nieto de sendas reproducciones de las placas instaladas en las fachadas de Melquiades Álvarez, concluyó a la sombra de la fachada principal de la basílica con la interpretación de las 'Danzas folclóricas rumanas', de Bela Bartok, a manos del cuarteto Galerna.
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