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Érase una vez una Caperucita Roja que se adentró en un bosque encantado. Red, que ese era el nombre por el que era conocida, conoció a una mujer de mediana edad de la que se enamoró y con la que vivió numerosas aventuras ... contra El Ejército de la Oscuridad. Es la adaptación contemporánea de la fábula forma parte de 'Damsels' (Dynamite), un cómic cuyos dibujos firma Aneke Muriellem, quien se siente orgullosa por poder desarrollar historias que en otros tiempos habrían sido imposibles.
«Me gusta un montón Red porque es mujer de pocas palabras, es salvaje, es certera, va a lo que va y tiene una sexualidad con la otra protagonista fundamental», reivindica una artista que encadena series con un trato cotidiano de las relaciones amorosas de todo tipo. «También lo ves en ‘Bombshells’ (DC). No sé por qué me están tocando todas, pero me parece estupendo porque es una línea que está abriendo un montón de camino y me parece genial. Parece que se está normalizando mucho que aparezcan dos mujeres lesbianas, luego otra heterosexual y así. Es una normalización que a mí me fascina y me encanta y es lo que hay buscar más en las buenas historias», añade.
En realidad, no se trata de una experiencia nueva para Aneke, puesto que parece que desde que comenzó a dibujar tebeos su biografía se ha decantado por armar con los lápices a mujeres fuertes. Ha elegido cara y cuerpo para Red Sonja y Vampirella, además de las mencionadas series 'Bombshells' y 'Damsels'. El punto en común es que todas son colecciones en las que priman las protagonistas femeninas.
Aneke prefiere no rehuir de las posibilidades de las muchachas bellas aunque dispongan de una versión objeto para el lector. «Me encanta dibujar mujeres, me encanta el cuerpo femenino. Se me da bien, es uno de mis puntos fuertes. El cuerpo masculino me encanta, pero no se me da tan bien, aunque depende del día», comienza. Al hilo, surge el debate sobre las figuras hipersexualizadas de las hembras en los tebeos. Escotes generosos que revelan voluptuosas formas o biquinis como uniformes de combate que se han perpetuado desde los cómics, aunque en la comparación con el resto de artes visuales pueden detenerse un paso antes. «En los cómics de 'mainstream' (tendencia mayoritaria) se veta bastante. Lo dice mucho (el autor) Carlos Pacheco y tiene toda la razón del mundo. Parece que ahora toda esa libertad se la han llevado las series. En el cine o es 'underground' o no existen y en los cómics o no son muy de mucha tirada o sólo se puede sacarle un poquillo, pero siempre de una manera sibilina», explica Aneke, quien también ha visto como algunas zonas descubiertas de sus cuerpos han contado con una nueva capa en la última fase de producción de algunas de sus obras.
La dibujante de mujeres fuertes no reniega la posibilidad de los enfoques sensuales. De hecho, reclama su espacio. «Tampoco me disgusta porque porque no tengo problema a la hora de de la sexualizacion. Pienso que hay que vivirla de una manera natural. Por un lado, puedo llegar a pensar que ponerle unos pechos que sean más grandes que su cabeza está cantado que es por lo que es, pero también disfruto de la sexualidad masculina y femenina porque para eso se nos ha dado la belleza. Está en muchas facetas del ser humano. Se puede ver belleza en un michelín, en un pecho grande o un pecho pequeño, pero la cuestión está los ojos del que lo mira. Tampoco hay que condenar la sexualidad per sé, sino también ser capaz de distinguir cuando te la están colando directamente. Hay que darle importancia, pero hay que medir en qué historia, en dónde se encuadra cada situación y cada historia. Eso es lo importante», sostiene.
El rol de la mujer protagonista parece haber sido resucitado por 'Wonder Woman' con su versión para el cine, pero Aneke -quien también ha dibujado al personaje para la versión del universo alternativo de 'Bobshells'- tiene otra visión. «Ahora que echo la vista atrás veo que siempre he buscado a las mujeres fuertes como Red Sonja. Ya en mi época estaba Witchblade (Image), una detective que encuentra un artefacto histórico y mágico y tiene que luchar contra el crimen. Otras me han marcado en las películas como la princesa Leia de 'Star Wars' o Sarah Connor (Terminator), que para mí es el amor de mi vida, tanto con Linda Hamilton como con Lena Headey en la serie. Han estado siempre, lo que pasa es que es difícil a veces reconocerlas, como por ejemplo la teniente Ripley en 'Alien'. Siempre hubo mujeres fuertes, lo que pasa es que a lo mejor estaba en un segundo plano», recuerda antes de aclarar el asunto:«Para buscar inspiración en una obra tienes que empatizar con el personaje, con sus sentimientos y sus emociones, pero también te pasa con el género masculino. Yo también quería ser Indiana Jones, John Connor.... todos y todas a la vez».
Es el momento para apartar a la Red caperucita roja y recuperar a otra Red: su querida Sonja, la diablesa pelirroja surgida del mundo de Conan que conquistó a Aneke en su juventud y que ha tenido la oportunidad de dibujar a su manera. «Red Sonja era la mejor. Recuerdo algunos momentos que me marcaron muchísimo. Además, ella tenía una fuerza y una vitalidad y esa cara de mala leche que me encanta. Realmente nadie ha podido sacar esa expresión como lo dibujaba Frank Thorne. Hay otros dibujantes que me encantan, pero esa expresión de los ojos es muy difícil de conseguir y es un retrato supercaracterístico con esa sensualidad, esa fuerza y esas ganas de reventar cosas. Para mí siempre ha sido superimportante», describe y al mismo tiempo resume la filosofía de la dibujante de las mujeres fuertes.
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