El Filandón, las historias transmitidas durante generaciones, las anécdotas familiares y, sobre todo, los lugares visitados son los ingredientes perfectos que Marta Inés Rodríguez utiliza para crear sus relatos. Esta leonesa nacida en Valladolid se autodenomina como «desfacedora de entuertos» y «joven promesa a los ... 40», porque sí, se puede ser una joven promesa con cuatro décadas de experiencia.
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Y precisamente esa experiencia es la que ella traslada al papel y lo que le ha hecho ganar más de una decena de concursos literarios que han desembocado en su primera novela, 'Alondra' que en la mañana de este sábado presenta en Madrid.
Marta es muchas cosas, pero no se definía como escritora: jurista, bailarina, pastelera, algo modista, estudiante...pero siempre se recuerda escribiendo. «Era mi juego favorito, jugar a escribir e inventar historias o versionar historias que ya conocía».
Asegura que todo lo que pasa por su cabeza lo hace para ser escrito, forma parte de ella y se recuerda siempre escribiendo, aunque fueran textos jurídicos para su vida laboral. Pero la ficción llegó de una manera casual en el 2020, con el confinamiento.
En ese momento Marta se 'topa' con un concurso de relatos en Twitter, decide presentarse y es seleccionada. Y así llega otro concurso, otro, otro...hasta ganar el certamen sobre relatos de la minería del carbón que organiza Aragonito Azul y quedar finalista en la web de Zenda Libros. En total más de 16 relatos que han sido publicados en diversas antologías y otros cuatro que saldrán este año.
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Fue de este modo como Marta comenzó a adentrarse en un mundo de escritura de ficción donde la redes sociales han tenido un papel importante, hasta tal punto que así llegó la editorial que le publica. «Es una gran comunidad literaria en la que en el momento en el que empiezas a moverte un poquito, todo llega a ti: otros autores, convocatorias y editoriales», asegura.
Alondra tiene quince años cuando el ejército enemigo bombardea Valladolid. La familia para la que trabaja muere sepultada entre los escombros y ella queda a cargo de un bebé de pocos meses.
Antes de que la encierren en un convento, decide huir a Francia con el niño a cuestas, pero el camino a través de la España en guerra está lleno de dificultades y peligros.
Alondra tendrá que aprender a mentir, a defenderse y a desconfiar, pero en su viaje también aprenderá el valor de la amistad, el amor y la solidaridad entre los desfavorecidos por la fortuna.
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«Alondra surge de dos anécdotas muy pequeñas que me contaron, pero alrededor hay otras muchas historias reales. Al final de la novela sí que me gusta matizar qué es real, que está inspirado en cosas que me han contado», destaca la autora señalando que le parece una manera de revivir a personas que generalmente pasan desapercibidas y que han sido fundamentales en la historia.
Uno de los primeros puntos en los que coincidieron Marta y la editorial es en mujeres que escriben sobre mujeres y es Alondra está vertebrada en la supervivencia, pero también en la sororidad de las mujeres que no llevan el feminismo como bandera.
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Pero Alondra, además de sobre las redes que se tejen en momentos de necesidad, está escrito para lectores activos que formen parte de la narración. En unos momentos en que la ficción tanto visual, como sonora y lectora se crea para que el espectador no tenga que estar atento, Alondra te exige formar parte de la historia. «Es lo que yo llamo la sociedad Netflix, en la que te tienen que contar absolutamente todo lo que pasa varias veces. Yo te lo cuento una vez pero te vas a tener que acordar», destaca.
Quien lea Alondra podrá ver en ella el bagaje de otros autores y encontrar las letras inspiradas en escritores de la talla de Almudena Grandes. «Literalmente, Alondra es hija de Almudena Grandes y Arturo Barea. Sería absurdo negar que no nos inspiramos en lo que leemos», destaca.
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Así hoy llega Alondra a las librerías de Madrid y poco a poco lo hará a las de León, aunque se puede adquirir en este enlace. Y es que Alondra es la historia de quien sigue luchando, «Hija de los peores tiempos», que es el nombre de la saga de la que forma parte y que se inspira en las primeras décadas del siglo XX.
De este modo Marta Inés Rodríguez continuará llevando al papel las historias de muchas personas que han dejado su huella pero no forman parte de los libros de historia sino de la Historia con mayúsculas y en particular de la de León.
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