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Isabel Gramesón se convirtió en el siglo XVIII en la primera mujer en recorrer la Amazonía ecuatoriana. Esta aventurera es un perfecta desconocida para el gran público. Pero Alicia Vallina (Pola de Siero, 1976) se propuso darla a conocer. Lo hace con 'La criolla del ... Amazonas' (Plaza & Janés), segunda novela de la escritora, periodista e historiadora asturiana. «No es una novela feminista o para mujeres. Es una historia de supervivencia, amor y aventuras tan real como asombrosa», dice la autora.
En 1740 se desmanteló la expedición científica para calcular la longitud del meridiano terrestre en Ecuador de la que formaba parte Jean Godin des Odonnai. Entonces Isabel Gramesón, su esposa, toma la decisión más arriesgada de su vida. Irá en busca de su esposo atravesando el río Amazonas «en una aventura jamás emprendida por una mujer».
Acompañada por un grupo de indígenas y parte de su familia, Isabel luchará por sobrevivir en un ámbito hostil e inexplorado. «Realizó una hazaña inigualable con la que demostró su amor y su espíritu de superación», dice Vallina, que se dio a conocer como narradora con 'Hija del mar', la historia de Ana María de Soto, la llamada 'soldado estanquera', la primera mujer que haciéndose pasar por un hombre se alistó en la Infantería de Marina española en 1793.
Ambas novelas las protagonizan mujeres arrojadas pero de orígenes dispares. «De Soto, procedía de Aguilar de la Frontera (Córdoba), un entorno humilde social y económicamente, e Isabel Gramesón de una familia de la élite del virreinato de Perú, que todavía no era Ecuador». «Era hija de un general de origen gaditano que se trasladó muy joven al virreinato por ser amigo del marqués de Castelforte como futuro virrey de Perú», precisa Vallina.
Con notable formación intelectual, Isabel hablaba francés por su familia paterna De ahí su apellido, Grandmaison, traducido al castellano como Gramesón. «También hablaba quechua», cuenta Vallina de su heroína «a quien define la curiosidad, la valentía y el deseo de conocer mundo». Una gran desconocida a la que Julio Verne cita, con datos imprecisos, en una rara novela: 'La jangada. Ochocientas leguas por el Amazonas' (1881). Verne incluye las desventuras de Isabel Godin des Odonais, que era el apellido de su esposo Jean, líder expedicionario.
«Su figura se eclipsó en el entorno de la expedición científica de la Academia de las Ciencias de Francia de 1735 para medir el Ecuador y saber definitivamente si la tierra estaba achatada por los polos o por el propio Ecuador» dice la autora. «Es una aventura impensable para una mujer, más en la mitad del siglo XVIII, con todas las dificultades: la soledad, el miedo, la incertidumbre y la angustia que ella tuvo que pasar», resume Vallina.
«Por fortuna, empezamos a recuperar una historia escrita por hombres a estas olvidadas. Mujeres normales con sus temores, dudas e inseguridades que vivieron circunstancias excepcionales que les llevaron a tomar decisiones que trastocarían su vida. Como Isabel, una mujer de su tiempo con inquietudes no habituales, que hizo de su vida una gran aventura a partir de una encrucijada vital», concluye Vallina.
Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, Vallina, se doctoró en Arte y en Estudios del Mundo Antiguo en Madrid. Profesora de Literatura, fue directora técnica del Museo Naval de San Fernando-Cádiz y trabajó en las Subdirecciones Generales de Museos y de Protección de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura. Autora de varios ensayos sobre museología e historia del arte, su firma es habitual en revistas especializadas nacionales e internacionales.
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