Nada por aquí, magia por allá

«Una ciudad maravillosa, León; una provincia maravillosa, León; y todos podremos disfrutar de ello bajo el paraguas de este festival». El alcalde de León evidenciaba así la importancia de un acontecimiento que acerca a la capital a miles de turistas para disfrutar del evento y echa a las calles a los ciudadanos.

Antonio Silván señalaba durante la presentación que la ciudad será capital internacional de la magia «por la profesionalidad, el nivel de implicación y el nivel de los artistas».

Los lugares más emblemáticos de León, como son Botines, Auditorio Ciudad de León, Palacio del Conde Luna, el Teatro San Francisco y San Marcos; recibirán espectáculos de manera ininterrumpida para envolver de magia a todos los rincones.

«Ahora que se habla del Black Friday, me gustaría recordar el gran diciembre que le espera a León», explicaba el primer edil, y es que la ciudad acogerá el CiberCamp, el Festival de Magia, la Copa Asobal y el Purple Weekend durante el último mes del año.

Silván también destacó el aspecto social del XIII Festival Internacional León Vive la Magia que acudirá con sus magos a hospitales y residencias «lo que le da un toque más amplio a su carácter internacional».

La magia se mueve por la provincia

Este año, además, el festival se acercará a toda la provincia. 14 localidades recibirán más de 30 espectáculos de ilusionismo dentro del programa León, Provincia Mágica.

La Diputación, a través del Instituto Leonés de Cultura, tratará de extender la fantasía a diferentes lugares de la geografía leonesa. Son muchos los habitantes de los pueblos y comarcas de la provincia que se acercan a ver las galas del festival, por lo que ahora podrán disfrutar de esta ilusión en sus propias localidades.

«Merece la pena que se unan el resto de pueblos y nuestra obligación es que no haya ciudadanos de primera y de segunda», reconocía el presidente de la Diputación.

Martínez Majo quiso reconocer la «complementariedad» que existe entre provincia y capital «y que ahora se traslada a la magia» y apostaba por la «magia» que hacía el director artístico del festival para «poder llevar la magia a pueblos que no tienen ni 50.000 euros de presupuesto».

Juan Mayoral, el santo y seña del festival

Este espectáculo, referente internacional en el mundo de la magia, no sería posible sin la participación de Juan Mayoral, encargado de dar el impulso necesario para que la ilusión embriague las calles de León.

El mago llegaba a la Sala Capitular de San Marcos sorprendiendo a los presentes con su habitual truco de magia con unos naipes. Posteriormente, repetía intervención ilusionista con un pañuelo que pasaba del color blanco al rojo, ante la atenta mirada de Majo y Silván.

Mayoral manifestaba la importancia de «llenar la ciudad de magia», lo que les convierte en «el Papá Noel que trae la ilusión a niños y mayores».

El director artístico entregó posteriormente unas varitas de chocolate a los presentes y un obsequio de un ventilador personalizado que lucía frases como «León de moda» o «León es mágico».

El cartel de este año contará con la figura de Harry Keller, un mago de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La imagen fue impresa en Nueva York, en 1904, con medidas de tres o cuatro metros, de la misma forma que ahora se han colocado en la parada de Ciudad Universitaria del Metro de Madrid.

Otra de las novedades del XIII edición será la creación de una web que permitirá «vivir la magia los 365 días del año». En ella se podrá encontrar toda la actividad del festival y acceder al sistema de venta de entradas bajo el lema «¡Vuelve a ilusionarte!».

Siete bloques temáticos

La Gala Internacional de Magia volverá a ser el corazón del festival, con ocho representaciones y la presencia de los mejores magos del mundo. Murphy será el maestro de ceremonias en shows, los días 28, 29 y 30 de diciembre, que contarán con emblemas del ilusionismo como: Takamitsu Uchida, japonés que usa la manipulación, solo actúa con las manos y realiza magia pura; Ted Kim, coreano, mejor mago del mundo, y que genera un número poético y visual; Kim Young Min, con apenas 20 años, es uno de los más grandes de la magia y su espectáculo se basa en la sorpresa; Gaetano Triggiano, un mago italiano que estará por primera vez en España usando sus elementos de grandes dimensiones; o Voronin, mago, mimo y actor ucraniano al que todo lo sale mal durante el espectáculo pero cuyo resultado final es bueno. Más de 1.500 entradas ya han sido vendidas para este evento, el 30% del total.

La Gala Unipersonal traerá a León al mago de la mente, Anthony Blake, que realizará su primer espectáculo en la capital. Este ilusionista envolverá «en un universo de ilusión y sobrenatural» a todos los asistentes. Se recomienda el show para mayores de 12 años.

La magia llegará a toda la ciudad con La Ruta de la Magia que llevará a varios «número uno del ilusionismo» a los espacios más emblemáticos de la ciudad. Botines, con una carpa de Circus Drome; San Marcos, con Mario López; el Palacio del Conde Luna, con Henry Evans; y el Teatro San Francisco, con Pepín Manzo, desplazarán por la capital la fantasía, entre el 25 y el 30 de diciembre, con shows ininterrumpidos, al precio de dos euros para que el festival pueda autofinanciarse.

Magia en la Calle servirá para que «los ciudadanos se sorprendan en cualquier rincón de la ciudad», donde habrá magos que realicen sus trucos por diferentes arterias de León.

La cara más benéfica volverá a ser Magia Solidaria, que llevará a los artistas a «aquellos que no se pueden desplazar y más lo necesitan». Los magos llegarán hasta hospitales y residencias.

Por segundo año, Espacios con Magia llegará a restaurantes y hoteles de León para que durante los almuerzos, las cenas o mientras la gente se esté tomando una copa por la noche «éstas sean amenizadas con magia». La actividad se desarrollará el 28 y 29 de diciembre, en locales como la Bodega Regia, el Hotel Quindós o el Restaurante Vía Principalis.

De nuevo la magia copará las calles de León durante la Navidad y acercará a todos los ciudadanos la esencia del misterio y la fantasía para hacer que la mente debate entre la ilusión o la realidad.