Amargo adiós para el dulce de Mozart

No había turista que se marchara de Salzburgo sin llevar en su maleta una caja de los famosos Mozartkugel, el dulce de chocolate que ha unido desde finales del siglo XIX a la ciudad austriaca con su vecino más universal. Pero la autoestima salzburguesa acaba de recibir un duro golpe: sus famosas bolas de Mozart, que eso es lo que significa Mozartkugel, dejarán de hacerse allí tras el cierre de la fábrica que las producía.

La empresa Salzburg Schokolade se ha declarado en bancarrota, entre otros factores, porque el precio de uno de los principales ingredientes de la golosina, el cacao, está en cifras récord: ahora roza los 10.000 euros por tonelada, cuando en enero de 2023 estaba en los 2.000. La causa de este alza está en las grandes sequías que sufren los principales países productores de África, como Costa de Marfil o Ghana, por el cambio climático.

El cierre de la factoría, que realizaba el postre desde 1897 y daba salida a 57 millones de bolas cada año, dejará en la calle a 65 trabajadores, que estaban «orgullosos de un producto que llega a todos los rincones del mundo», lamenta el sindicato Pro-Ge.

Igual que todos los productos de éxito, las Mozartkugel tienen muchas imitaciones, pero solo en Salzburgo se producían las auténticas Echte Salzburger Mozartkugel, con su particular modo de elaboración: una bolita de mazapán de pistacho recubierta de guirlache se ensarta en un palo y se introduce en chocolate negro, y cuando este chocolate se seca, se retira el palito y el agujero se rellena con más chocolate. Y justo después llegaba el toque de distinción: el dulce se envolvía en un papel de aluminio con la cara de Mozart, aunque este último paso no lo realizaba desde hace años un trabajador, sino una máquina calibrada para hacerlo con total precisión.

«El corazón de la región»

Como recuerda Pro-Ge, que calificaba la planta de Salzburg Schokolade como «el corazón de la región», en ningún sitio se elaboraba con tan tanta maestría la receta del dulce, creado en 1890 por el pastelero de Salzburgo Paul Fürst y bautizada en homenaje al genial músico local.

Pero esta vinculación no ha ablandado el corazón de los verdaderos dueños de los Mozartkugel, porque aunque su esencia no puede ser más salzburguesa, en realidad, la licencia del bocado la tiene la multinacional norteamericana Mondelez International, que es el fabricante de productos como las galletas Oreo o las barritas de chocolate Toblerone. Mondelez, que llevaba tres años intentando rescatar la fábrica ahora clausurada, ha anunciado que producirá los Mozartkugel en alguna otra de sus factorías, probablemente, en la República Checa o en Polonia, donde los costes son menores. «Se está trabajando para garantizar la continuidad de la producción sin interrupciones», señaló un portavoz del conglomerado empresarial.

La noticia del cierre de la fábrica más representativa de los Mozartkugel ha desatado la locura entre los clientes, que han agotado las existencias de las bolitas en la tienda que posee la planta.

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