Biblioteca Digital Hispánica de la BNE

Aguinaldos y postales culinarias

Gastrohistorias ·

Hace 100 años era costumbre que taberneros, camareras, pasteleros o panaderas entregaran a sus clientes habituales una felicitación navideña con la que pedían «la voluntad»

ana vega pérez de arlucea

Sábado, 12 de diciembre 2020, 14:06

¿Han recibido ustedes ya alguna postal de Navidad? De las de papel de verdad, no de ésas virtuales que son un churro, se olvidan enseguida y no se pueden sujetar en el árbol como marcaba antiguamente la tradición. Las primeras tarjetas navideñas comerciales fueron ... utilizadas en Inglaterra a mediados del siglo XIX y rápidamente se extendieron por toda Europa debido al abaratamiento de las técnicas de impresión, que permitieron editarlas en grandes tiradas cromolitografiadas a todo color.

Publicidad

Felicitar las Pascuas no era nada nuevo, pero antes de que llegaran las postales los buenos deseos se habían transmitido en persona o mediante una nota escrita a mano que se enviaba a casa del destinatario. Junto a la felicitación era costumbre mandar un obsequio material que se denominaba aguinaldo, palabra definida por la Academia en su diccionario de 1726 como «el presente o regalo que se pide o se da en atención a la festividad del nacimiento de Cristo Señor nuestro, y en la de la Epifanía, que unas veces es de cosas comestibles y otras de dinero o alhajas». Para que me entiendan ustedes, el aguinaldo era una mezcla entre lo que hoy conocemos como cesta de Navidad y la paga extra: un agasajo en especie o moneda que se hacía por Navidades a aquellos con quienes se mantenía amistad o cierta obligación, como podían ser arrendadores, clientes o empleados.

Los pequeños autónomos (modistas, tenderos, deshollinadores, barberos, cocheros, carpinteros…) y los trabajadores que interactuaban directamente con el público (dependientes, camareros, limpiabotas, serenos, repartidores, etc.) eran especialmente sensibles a las propinas y aguinaldos, de modo que a finales del siglo XIX instituyeron un singular método con el que pedir en Navidad, de manera disimulada y cordial, una gratificación por los servicios prestados a lo largo del año. Nacieron así las postales navideñas de oficios, felicitaciones impresas en las que por un lado una ilustración mostraba una escena de trabajo adornada con elementos navideños, y por el otro aparecían normalmente unos versos en los que se deseaban unas felices fiestas. Al entregar esta tarjeta, la norma de cortesía dictaba que quien la recibiera se rascara un poco el bolsillo y correspondiera al gesto con unas monedas o algún bien comestible.

La Biblioteca Nacional de España cuenta con una magnífica selección de postales de oficios entre las que destacan las relacionadas con profesiones más o menos culinarias como pasteleros, panaderos, lecheros y taberneros. «Por fin llegó Navidad, que es la fiesta señalada, primera en ser celebrada con pompa y felicidad […] que la pasen entera comiendo pavo y turrón, con todo su corazón les desea el pastelero». Y propina al canto. Los textos solían repetirse y en la mayoría de casos simplemente cambiaba el oficio final, pero algunas postales iban personalizadas o hablaban más claramente de lo que esperaba quien las entregaba. Por ejemplo, «Soy un trabajador diligente y cariñoso, haga frío o calor yo trabajo sin reposo. Y en llegando este día de la fiesta de Navidad, desearos yo qué podría ¡sino mucha felicidad!». Firmado, el tabernero. O el repartidor del ultramarinos. O la lechera que venía todos los días a dejar la leche para el desayuno.

«Las fiestas yo os felicito y si me dais un poquito de vuestra dicha y ventura, una alegría muy pura llenará mi alma de amor, agradecido y contento quedará vuestro servidor». Más claro, agua. Algunas postales incidían menos en pedir y a cambio regalaban un poco de humor: «…en paz turrón abundante comamos y buenos pollos, y al que venga con embrollos que el pavo se le atragante». ¿Quién iba a decir que no a eso, quién iba a negarse a dar una mínima propina? Entren en la colección digital de postales de la BNE, elijan su oficio, descárguense su felicitación preferida y aprovechen para felicitar las próximas Navidades a sus familiares y amigos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad