Adiós a Miguel Artola, el modernizador de la historiografía en España

Maestro de historiadores, especialista en el liberalismo y a industralización, dueño de una extensa y reconocida obra, en 1991 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su «vocación ejemplar de investigación histórica y docencia sobre cuestiones y episodios de importancia básica en la gestación de la España contemporánea». Un año después recibía el Premio Nacional de Historia por su 'Enciclopedia de historia de España'. Entre sus discípulos se cuentan Fernando García de Cortázar, Manuel Pérez Ledesma o Pablo Fernández Albadalejo.

Nació en San Sebastiáa el 12 de julio de 1923, casado y padre de cuatro hijos, se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, especializándose en los orígenes de la época contemporánea española. Fue catedrático de Historia de España en la Universidad de Salamanca y en la Autónoma de Madrid. También secretario del Departamento de Historia de la Fundación Juan March y miembro de la Comisión Asesora de esta institución entre 1977 y 1978, y colaboró con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Autor de numerosos estudios y tratados de historia política y económica, firmó títulos como 'Los afrancesados' (1953 y 1976), 'Los orígenes de la España contemporánea' (1959), 'Textos fundamentales para la Historia' (1968), 'La España de Fernando VII' -el volumen XXVI de la Historia de España de Ramón Menéndez Pidal, un extenso tratado que supera las 700 páginas aparecido en 1968-, 'La burguesía revolucionaria 1808-1874» (1973) o 'Partidos y programas políticos' (1974).

Especialista en historia económica, en el desarrollo de la revolución industrial en la península y el tránsito del Antiguo Régimen a la sociedad burguesa, fue también autor de trabajos como 'El latifundio' (1978), 'Los ferrocarriles en España 1844-1943' (1978), 'La Hacienda del Antiguo Régimen' (1982) y 'La Hacienda del siglo XIX' (1986).

Dedicó igualmente varios estudios a la historia del País Vasco, como 'Memorias de Espoz y Mina' (1962), sobre el militar navarro Francisco Espoz y Mina, o 'El Fuero de Vizcaya' (1963). Editó las obras de Gaspar Melchor de Jovellanos y entre sus muchos reconocimientos fue investido Doctor Honoris Causa por las universidades de Salamanca y el País Vasco.