«Nadie te mira como una cámara»
'La conversación' - 50 aniversario colpisa ·
El veterano cineasta anuncia que tras 17 años dirigirá una nueva película junto a la reconocida intérprete murcianaSecciones
Servicios
Destacamos
'La conversación' - 50 aniversario colpisa ·
El veterano cineasta anuncia que tras 17 años dirigirá una nueva película junto a la reconocida intérprete murcianaandrea morán
Madrid
Sábado, 12 de febrero 2022, 00:08
Ya visualizan futuras escenas y comparten ideas sobre localizaciones y vestuarios. El veterano cineasta Jaime Chávarri (Madrid, 1943) y la ascendente actriz Marta Nieto (Murcia, 1982) imaginan con entusiasmo su próxima película juntos. 'La manzana de oro', basada en la novela 'Ávidas pretensiones', de Fernando ... Aramburu, se rodará en tierras gallegas y será una comedia coral ambientada en unas jornadas de poesía. La cinta supone el regreso del director de 'El desencanto' después de 17 años y un nuevo hito en la fulgurante carrera de la intérprete, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia por su papel en 'Madre'.
La complicidad entre ambos se hizo más que evidente en el encuentro que mantuvieron en 'La Conversación', el ciclo de conferencias organizado por Colpisa con motivo de su 50 aniversario, que echó a andar este jueves en el CaixaForum de Madrid.
-¿Cómo ha surgido este regreso a la dirección?
-Jaime Chávarri: Llevaba mucho tiempo sin querer hacer películas porque todo el sistema de producción había cambiado radicalmente. Llegué a pensar que lo que me interesaba ya era de otra generación. Pero de repente apareció un productor mágico con un proyecto que me apetecía, la adaptación de la novela 'Ávidas pretensiones', de Fernando Aramburu. Al buscar un reparto, y para mi enorme felicidad, entró esta señora.
-Marta Nieto: Estoy yo, sí, y muchos más actores. Es un reparto muy coral y una película preciosa.
-J. Ch.: Ya iremos avanzando más detalles, pero es un proyecto que me tiene absolutamente entusiasmado.
-Y, Marta, ¿cuándo se pone usted detrás de la cámara?
-M. N.: Pronto, con 'La mitad de Ana'. Estoy cerrando la última versión del guion y mi idea es rodar en la primavera del año que viene. Ahora, como directora, me doy cuenta de que mi carrera como actriz me ha servido para aprender que un plano se hace entre todos. No solo aporta información el actor o las palabras del guionista, sino también el decorado, la ropa, el encuadre…
-J. Ch.: ¡Cómo se nota que vas a ser directora! Para mí eso es importantísimo. A veces tienes que decirle al actor que no actúe, porque el significado de lo que está pasando lo da otro elemento. Y va más allá de las palabras. Verbalizar lo que se cuenta es anticinematográfico.
jaime chávarri
marta nieto
-Jaime, también ha sido actor en películas como 'Patrimonio nacional' o '¿Qué he hecho yo para merecer esto?'. ¿Qué aprendió de esas experiencias?
-J. Ch.: Me divierte ponerme delante de la cámara, pero no es una vocación frustrada. El problema del actor -y lo que quizás a mí me impide serlo- es siempre un problema de dualidad. Es él y el personaje, pero nunca deja de ser él. Por eso a mí no me gustan los castings, lo primero que yo hago es conocer al actor como persona, ver cómo habla conmigo.
-M. N.: A la hora de actuar para mí es imprescindible tener una confianza absoluta con el director, se establece un idioma con él y también hay un componente azaroso que es la química. Todo empieza con esas conversaciones que menciona Jaime. También es importante que los dos sepamos qué queremos contar.
-J. Ch.: Y luego ya en los ensayos o en el set, aparece lo que para mí es el concepto fundamental del cine, lo voyeurístico: sentir que los actores hacen eso para mí, ni para el público, sino que está pasando de verdad. De hecho, en un set de rodaje para mí nunca hay cientos de personas. Solo estamos los actores y yo.
Puedes escuchar el encuentro completo en este podcast:
-¿Y qué ocurre con la cámara? Siempre está entre el cineasta y el intérprete…
-M. N.: Yo la siento más como una aliada que como una enemiga. Nadie te puede mirar como ella. Si le das permiso, va a sacar cosas que nadie más ve, ni siquiera el compañero de escena.
-J. Ch.: Yo tardé mucho en civilizar la cámara y te diré que lo único que me gusta del cine es el rodaje. Soy una persona que no tiene el más mínimo deseo de poder, pero cuando estoy dirigiendo un equipo y noto que está funcionando es glorioso. ¡Debe ser lo que sienten los jefes de Estado! Yo creo que el rodaje me sube la adrenalina y los premios me la bajan. Se agradecen infinito pero, al mismo tiempo, te vas a casa con una sensación de vacío.
-M. N.: Estoy de acuerdo. Son calor para el alma y dan mucha visibilidad, pero también pueden hacerte entrar en una realidad perversa.
-¿Son los premios, como los Goya que se entregan hoy, los que pueden ordenar este escenario lleno de estrenos y algoritmos?
-J. Ch.: El escenario del arte no tiene por qué estar ordenado. De hecho, cuando creas algo no estás ordenado, estás hecho un lío. Yo fui de los primeros profesionales que renunció a las salas. Ya no podía disfrutar en ellas: la gente hablaba, había ruidos, me salía de la película continuamente. Entonces me busqué un buen equipo de cine en casa y tengo unos 6.000 volúmenes. Para mí coleccionar películas es como un hobby. Pasan a ser como los libros, forman parte de tu casa.
-M. N.: Qué envidia me da eso. Yo sigo yendo a las salas y manteniendo mi ritual. Me he dado cuenta de cuánto influye mi estado de ánimo o mi predisposición para ver cine. No me suelo enganchar a las series porque algunas me hacen sentir manipulada. En cambio, disfruto más de una historia que empieza y acaba y que se me queda impregnada en el cuerpo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.