El japonés Hirokazu Kore-Eda, Palma de Oro en el Festival de Cannes

El premio a Kore-Eda no suscitó grandes criticas en la clausura de la 71 edición del certamen. Se aceptó de buen grado la decisión de un jurado presidido por la actriz Cate Blanchett al que convenció la singular visión de la familia del cineasta nipón, en la que el amor y la protección mutua están muy por encima del parentesco.

Labaki obtuvo una especie de 'medalla de bronce', el Premio del Jurado, en un certamen en el que se esperaba el oro para una directora. Cinco de los nueve jurados eran mujeres, pero de las 21 películas a competición solo tres estaban firmadas por realizadoras. De poco sirvió el gesto apoyado por la organización al inicio del festival, una foto de 82 artistas en la escalinata principal del Palais, reivindicando a las 82 cineastas que han competido en las 71 ediciones de Cannes, frente a 1.688 hombres.

'Cold war', una historia de amor rodada en blanco y negro por el polaco Pawel Pawlikowski en su país natal, se llevó el premio a la mejor dirección. Pawlikowski se inspira en la relación de sus padres y regresa a la estética 'Ida', la película con la que ganó el Oscar. La kazaja Samal Yeslyamova se llevó el premio a la mejor actriz por su papel de una inmigrante que lucha por sobrevivir en un Moscú corrupto y gélido en la cinta rusa 'Ayka'. El mejor actor fue el italiano Marcello Fonte, protagonista de 'Dogman', de Matteo Garrone, que definió al actor como «un moderno Buster Keaton». El galardón al mejor guion lo compartieron Alice Rohrwacher, por 'Lazzaro Felice', y Jafar Panahi, por 'Tres faces'. La hija del iraní Panahi recogió el trofeo en nombre de su padre, recluido en su país natal.