El leonés Saturnino defiende como anciana al mundo rural

Saturnino García es uno de tantos leoneses de pueblo que tuvo que emigrar para ganarse la vida. Nació hace hace 88 años en Bariones de la Vega aunque de joven emigró con su familia a Baracaldo donde trabajó como peón metalúrgico. Pero lo suyo era la interpretación, algo que todavía sigue presente.

En su última entrega, 'Tierra de nuestras madres', Saturnino García desde su faceta de actor recupera la memoria para criticar el éxodo rural. Un viaje a la memoria de un niño que tuvo que abandonar León en busca de oportunidades.

Saturnino con un centenar de trabajos en cine y televisión a sus espaldas es el único actor profesional de esta experiencia de cine comunitario que ha supuesto el debut en el largometraje de Liz Lobato. Con tan solo un pañuelo en la cabeza da vida a Rosario en una propuesta que a se puede disfrutar en cines.

Esta cineasta rodó esta propuesta en el pueblo manchego de Villacañas en plena pandemia involucrando a todo el pueblo. Actores no profesionales cuya complejidad con la cámara es innegable.

Uno de ellos José Luis, conserje en una finca de Madrid y actor de teatro aficionado, en su primera vez delante de una cámara interpreta al hijo de Rosario. La compenetración entre ambos es perfecta, quizá en parte al paralelismo de Bariones de la Vega con Villacañas. «En mi pueblo la gente ha tenido que irse fuera a buscarse la vida. Teníamos un teatro precioso, el Cervantes, donde di mis primeros pasos como actor. Ahora es un bazar chino», explica José Luis.

«Ahora casi no hay personas que tengan vida de pueblo. Es gente que vive allí, pero con el mismo ambiente de vida que la ciudad. El aire será más limpio, pero no tiene nada que ver con lo que yo vivía hace casi cien años.Tenía un maestro que alfabetizaba mejor que los de ahora. Y la agricultura de entonces, que ya casi no existe, era la otra cultura. Había personas que no sabían leer, pero con una capacidad de conocimiento y discernimiento que hoy no encuentro en la simpleza de la ciudad», apunta Saturnino García, de promoción en la película.

Madre e hijo que sufre una discapacidad quieren concienciar de los valores y cultura que se están perdiendo en los pueblos de España. «Queremos abrir una reflexión sobre los efectos de la economía global y sus procesos de expulsión en el mundo rural, que acaban afectando al conjunto de la sociedad», apuntan desde la dirección.