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Casi 30 años después de que se quitara la vida ahorcándose con sus medias en un hospital de Taipei tras un diagnóstico de cáncer, millones de chinos siguen descubriendo España a través de los ojos de Sanmao. Sus 26 libros son bestsellers y ... las jóvenes asiáticas siguen queriendo parecerse a una mujer que aterrizó como una extraterrestre en nuestro país en los años 60. Libre, culta, bella y sofisticada, esta pionera de las crónicas de viajes ha acabado convirtiéndose en un icono pop.
La isla de la Palma, donde está enterrado el gran amor de su vida y personaje de su obra, el buzo José María Quero, ahogado cuando practicaba pesca submarina en 1979, tiene una ruta turística que recorre los escenarios de su estancia. Su tumba en el cementerio municipal siempre amanece alfombrada de flores y cientos de chinos hacen cola a diario. Callaos blancos (piedras de la playa), un bucio (caracola de mar), una fotografía y un olivo recuerdan una historia de amor que acabó en las aguas del norte de la isla.
Ana Pérez, codirectora del documental 'Sanmao. La novia del desierto', que compite en el Festival de Málaga, ha hecho la prueba: ha ido a un restaurante chino de Madrid a preguntar por Sanmao y sabían quién era. «Permanece como icono femenino, un referente que ha pasado de madres a hijas», asegura. «Cuando las mujeres no podían salir de China, ella viajaba por todo el mundo. Recorrió 54 países, hablaba cuatro idiomas y se casó con un extranjero. Sus 'Diarios del Sahara' (10 millones de ejemplares en los últimos cinco años) siguen siendo lectura obligada en los colegios de Taiwán. Los chinos siguen aprendiendo español por ella y vienen aquí a seguir sus pasos, las chicas se visten con su estilo. Sanmao es un puente entre dos continentes». Su propia vida aventurera y trágica, romántica y fatalista, fue la materia de su obra.
Sanmao es el seudónimo que utilizó Chen Ping (Chunking, 1943), quien también se hizo llamar Echo Chen. «Son tres nombres y tres etapas de su vida, tres mujeres que entran en conflicto, sobre todo cuando la fama la devora», apunta Ana Pérez. Sanmao era un personaje de tebeo, un niño con tres pelos que viajaba por el mundo. Nacida en una familia culta que huyó de China a Taiwán con la llegada de Mao Tse-Tung, Sanmao apareció en 1967 en casa del cocinero de la embajada de Taiwán en España, que después abriría el primer restaurante chino de Madrid.
Un adolescente de 16 años que vivía en el piso de abajo, en el popular barrio de la Concepción, quedó prendado de ella y le declaró su amor. Sanmao le dijo que esperara. Regresó a Taiwán a dar clases en la universidad y se comprometió con un profesor alemán que murió de un infarto antes de la boda. Ella intentó cortarse las venas por primera vez. Diez años después, regresa a Madrid y aquel niño, José María Quero, ve su amor correspondido.
El matrimonio vivió primero en El Aaiún, que todavía era colonia española. Un lugar que le permitió a Sanmao, que siempre tuvo 'El principito' como su libro favorito, cumplir su sueño de conocer el desierto. El trabajo de buzo de José María y la Marcha Verde que acaba con el Sáhara en manos de Marruecos provocan que se trasladen a Canarias. Allí vivieron sus años más felices hasta que el gran amor de su vida, capaz de permanecer muchos minutos en apnea, se confió demasiado.
Aquel buceador al que contrató Entrecanales y Távora para las obras de ampliación del puerto de Santa Cruz de la Palma era Hexi en las páginas de sus libros, un galán romántico con el que todavía sueñan millones de lectoras. Sanmao nunca se recuperó. Siguió viajando, dando clases y escribiendo libros. Hasta se introdujo en mundos esotéricos y trató de comunicarse con su amado a través de la ouija.
«En el tiempo que he pasado en el desierto me he vuelto una mujer sencilla y relajada que disfruta de la soledad. Por eso, las continuas comidas y citas que me ocupan ahora me hacen sentir como aquel que llega por primera vez a un lugar maravilloso y se siente confuso y mareado, como bajo un hechizo», escribió la autora, que también compuso canciones y escribió guiones de películas. «Sufrió mucho por amor», constata la directora del filme, que se estrena en los cines el 2 de octubre.
«Hay un componente de fatalidad en su vida que le llevó a sumergirse en mundos oscuros, ella que era una persona tan luminosa». Las novelas de Sanmao pueden leerse como autoficción, un género en boga.La editorial Rata publicó 'Diarios del Sáhara' por primera vez en español hace cuatro años. «Es su vida pese a que edulcore aspectos de ella», matiza Ana Pérez. «José María es un mito para sus lectoras, un galán exótico al que idealizan como el gran amor romántico. Desde que muere, Sanmao hace una literatura más introspectiva. Pero sus relatos sobre la vida cotidiana en El Aaiún rezuman humor y verdad, son punzantes y no tienen una mirada paternalista sobre los españoles. Llegan al corazón».
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