Disney encuentra su filón en ‘humanizar’ sus clásicos animados

Pero a pesar de los grandes resultados, a Disney le costó financiar las versiones de las joyas que han marcado la infancia de varias generaciones de espectadores. Primero hizo una segunda prueba con Maléfica (2014), para ver si gustaban esas nuevas interpretaciones. El resultado (unos 713 millones de taquilla en todo el mundo) confirmó a los responsables de la factoría que habían dado con la tecla. El siguiente proyecto era ya tocar una de las cintas sagradas. Cenicienta, con Lily James como protagonista y Cate Blanchett como la malvada madrastra, quintuplicó la inversión (510 millones). El año pasado, El libro de la selva superó los 900 millones de euros. También quintuplicó el dinero gastado por Disney.

Ahora, La Bella y la Bestia pretende romper la barrera de los mil millones de dólares repitiendo plano a plano la versión de 1992, añadiendo media hora más de metraje y haber realizado un trabajo de mercadotecnia inmenso, con una inversión casi similar a la gastada para la película dirigida por Bill Condon.