Calleja toca el cielo

De este modo, o quizá de otro bien diferente, podría entenderse la escultura que el leonés Amancio González Andrés ha realizado para el exterior de la vivienda del aventurero Jesús Calleja.

Amancio González Andrés ha mostrado el resultado final a través de las redes sociales porque, según asegura, el arte siempre debe ser compartido con la sociedad se encuentre donde se encuentre.

La obra final, con tres mástiles, un personaje y una cuerda tensada, resume la figura de quien encargó la elaboración de la misma: Jesús Calleja.

Fue un encargo para crear un diseño al aire libre y la base para el artista estuvo en los tiempos en los que el aventurero subió al Everest: «Me venían recuerdos de cuando subía al Everest, y ese fue el punto de partida para la inspiración», ha asegurado a leonoticias.

Amancio recuerda la amistad que siempre le ha unido con el padre de Jesús Calleja: «Cuando yo estaba en la herrería de Nuestra Señora compartía con él algunos momentos de charla justo en los días en los que Calleja estaba subiendo al Everest», recuerda.

El resultado final deja ver a «un hombre sometido a una gran presión», visible en «un personaje realizando un gran esfuerzo y en un momento en el que cualquier decisión que tome puede poner en riesgo su vida».

Para el autor de la obra Calleja es «un hombre que se hace a sí mismo» y ha sido así a base de riesgo: «En la escultura la cuerda la tiene en una columna y él se apoya en otra. Toda la pieza final está en clave simbólica. Siempre le ha admirado muchísimo».

Una admiración que resume en una frase épica: «Lo de Calleja es someterse un poco como al juicio de Dios».