Marina Abramovic, ante uno de los retratos expuesto en Madrid. JAVIER LIZÓN / EFE

Marina Abramovic recrea las siete muertes de Maria Callas

La artista expone en Madrid once retratos y una película sobre la diva de la ópera, con la que se identifica por sus amores traumáticos

Martes, 15 de febrero 2022, 16:32

La fascinación de Marina Abramovic con Maria Callas viene de lejos, se fraguó cuando escuchó su voz por la radio en la cocina de su abuela, en su Belgrado natal. La artista quedó subyugada por la diva, por una grandeza en el escenario que contrastaba ... con la fragilidad y melancolía de su vida real. La estrella de la 'performance' quería reflejar esa obsesión por la cantante y por fin lo ha hecho con '7 deaths' (2021), en la que la galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes recrea las siete muertes prematuras de la gran dama del 'bel canto'. Siete muertes que la 'performer' sufre en la pantalla, acompañadas por siete solos de la cantante de origen griego.

Publicidad

«Nunca es el momento correcto de morir», dice medio broma, medio en serio la maestra de la 'performance'. La artista se identifica con la soprano por su vida tormentosa y su muerte solitaria, momentos desgarradores que son también reflejos de los amores naufragados de Abramovic. La diva operística es un espejo en el que la serbia no puede evitar mirarse. «Callas fue mi inspiración... experimenté una fuerte identificación con ella. Al igual que ella soy sagitario; tuvo una madre terrible, como yo. Compartimos rasgos físicos similares. Yo he sobrevivido a un corazón roto, mientras ella murió con el corazón roto. En la mayoría de las óperas, al final, la heroína muere de amor», subraya.

Esa fijación de Abramovic por la Callas se materializa en una película de una hora que se proyecta junto a once fotografías, realizadas entre 1973 y 2019 y que componen la muestra 'Portrait as Biography' (el retrato como biografía). La exposición se puede ver del 17 de febrero al 19 de marzo en la galería itinerante Bernal Espacio, situada en esta ocasión en un área industrial de Madrid.

Cuatro décadas

Abramovic, que se presenta a sí misma como «la abuela de la 'performance'», lleva más de 40 años indagando en los límites del cuerpo, las posibilidades de la mente y la aridez de las relaciones humanas a través de acciones artísticas sorprendentes. Abramovic jamás fantaseó con que sus radicales propuestas fueran a calar en el público. «No me lo podía imaginar, todo era muy terrible. Estas formas de expresión no eran aceptables. No era fácil», asegura la artista en declaraciones a la prensa.

La artista serbia no se arredra ante nada. En 1974 se tendió dentro de una estrella de cinco puntas a la que prendió fuego. Salió viva de milagro: el oxígeno se consumió y perdió el conocimiento. Un espectador se percató de ello y la rescató con vida. Meses después, cuando representaba en Nápoles 'Rhythm 0', se sometió desnuda a los deseos del público… y el experimento no acabó del todo bien. Le asestaron un corte en el cuello y un hombre llegó a apuntarla con una pistola cargada. Se trata de situaciones límite, porque lo normal es que los visitantes acudan prevenidos. «Cuando empecé a hacer 'performance' hace 50 años los museos nos temían», alega esta artista, empeñada en llegar al público mediante planteamientos viscerales.

Publicidad

«Cuando empecé a hacer 'performance' hace 50 años los museos nos temían»

 

Esta mujer que ha llorado, reído y sangrado ante el público, que se ha estremecido de frío y dolor, ha hecho una apuesta arriesgada. Su arte son representaciones efímeras, actuaciones vagas e inaprensibles que no se pueden colgar en las paredes de un salón. En periodos de mudanza e inciertos, como el actual, el dinero busca refugio en piezas sólidas que se revaloricen. No es el caso de la puesta de Abramovic, que de niña ya apuntaba maneras. «De cría, si me daban un oso de peluche lo tiraba; lo mío era jugar con sombras y lo invisible», cuenta la creadora.

En sus retratos, Abramovic vagabundea por la nieve, se solaza desnuda en medio del mar o posa con un pulpo vivo que se enrosca a su cuello.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad