Todo cambia en el Reina Sofía menos el 'Guernica'. El Museo Nacional de Arte Contemporáneo se amplía y reformula de la mano de Manuel Borja-Villel (Burriana, Castellón, 64 años), su director. Con 22 nuevas salas, contará con 2.000 metros cuadrados más para ... muestras temporales. Vuelve Barceló y se resitúan Antonio López o el Equipo Crónica. Hitos como el golpe de Pinochet, el 15-M o el 'trumpismo' jalonarán el nuevo discurso del museo, en el que la paridad y el feminismo serás cruciales. El 70% de lo expuesto será nuevo y saldrá de unos almacenes que guardan 23.000 obras.
-Un museo es un órgano vivo y cambiante pero... ¿lo va a dejar irreconocible?
-El cambio no es solo mío. Somos un grupo de la casa y varios investigadores. En diez años el mundo se ha vuelto casi irreconocible y trato de reflejarlo. Creo que soy hasta conservador con los cambios que se plantean.
-Será el museo que imaginó, dice. ¿No le dejaron hacerlo hasta ahora?
-Siempre he tenido libertad absoluta, pero en cierto modo condicional. Tienes los instrumentos que tienes. Será una visión distinta, y cuando se presente tendrá que complementarse.
-Su esencia son dos grandes bloques. ¿Cuáles?
-Uno va de finales del XIX, con Picasso, y culmina en el 'Guernica', pero también en el exilio y el franquismo. El otro es la contemporaneidad, que tiene muchos orígenes. Algunos tienen que ver con el golpe de Estado de Pinochet, con Latinoamérica como experimento para muchas cosas y muy vinculada con nosotros. Otro momento clave son los años 80, y hacemos un ejercicio de microhistoria a través de la Documenta de Rudi Fuch del 82, dónde aparecen muchas figuras clave para entender la contemporaneidad. Hay otros momentos como el 92 y el Quinto Centenario -que suponen revisar la colonización y nuestra relación con América y el mundo-, la crisis de 2008, el 15-M y la pandemia. Pero manda el arte, no la historia.
-¿Será un discurso más duro para el visitante?
-No. Al margen de muestras como las de Dalí o Picasso, lo más visto es la colección del museo. No el 'Guernica'. Había un millón y medio de visitas cuando llegué y casi cuatro millones antes de la pandemia. Se podrá entrar en la colección a través de la historia o del cine.
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Regreso.
«Barceló estuvo en la Documenta del 82, ahora la revisamos y por eso debe estar en la colección»
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Masificación.
«Hay un cambio de paradigma y no deberíamos volver a las andadas de las cifras millonarias»
-Regresa Barceló, que no es su favorito, ¿quién le convenció?
-No hay listas. Se trata de discursos y uno de ellos revisa la Documenta de Kassel, donde Barceló estuvo presente, y por tanto debe estar.
-¿Es definitiva la exclusión de Antonio López y el Equipo Crónica?
-La historia tiene retornos. No es lineal y se ve desde distintas perspectivas. Habrá desplazamientos. A lo mejor no vemos Antonio López en los 50 y sí en los 80, cuando se le reconoció. Lo mismo pasaría con el Equipo Crónica, que tenía en los 60 mujeres que no fueron reconocidas y que hoy figuran en el discurso.
-¿Crecerá la presencia de mujeres?
-El feminismo y el ecofeminismo será una de las líneas de fuerza, y por tanto de presencia de las mujeres en la parte contemporánea. Por estadística había menos mujeres en los 50. Es injusto, pero real. Ahora están en la parte contemporánea y por lógica la paridad es un objetivo crucial.
-¿La atención al arte latino crece?
-Hablar de museo nacional o museo español son categorías decimonónicas. Somos un museo situado, que está aquí. Hablamos de arte y de conocimiento desde un lugar concreto. Hay realidades muy importantes como el exilio hacia Latinoamérica y el exilio americano hacia acá, que enriquecieron una cultura común. Somos un museo de aquí que quiere ser global y la parte americana está ahí, pero nos abrimos a África, Asia, Oriente Medio y a otros ámbitos del mundo.
-¿Se acabaron los museos masificados?
-No deberíamos volver a las andadas y a los números millonarios. Se trata de habitar los museos, no de visitarlos. De hacerlos propios. Volverá la gente pero tendremos que pensar en un ecosistema con sitios masificados y otros no. Habrá que priorizar la investigación, que es divertida, y el conocimiento. Tendremos que aprender muchas cosas, y eso implica un cambio de paradigma.
-Se han pagado 58 millones por un archivo artístico digital, ¿ese arte cabe en el Reina Sofía?
-Lo digital es una línea muy importante, pero tiene muchas formulaciones. Uno de los artistas que estará muy presente es Dani Andújar. Su obra no es ontológicamente digital, no está hecha por píxeles. Hemos ido rompiendo las disciplinas, pero no para crear nuevas.
-¿Por dónde pasa su futuro?
-Soy del Barça pero admiro al Cholo Simeone. Iremos partido a partido. No sé si mi futuro está aquí o fuera. Quiero culminar muchas cosas en marcha en dos o tres años, luego ya veremos.
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