A. B.
Jueves, 30 de marzo 2023, 17:42
Manuel Borja-Villel es el nuevo asesor del Departamento de Cultura de la Generalitat. El que hasta hace tres meses fuera presidente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid regresa a Barcelona con la misión de participar en la ampliación del Museo ... Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
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De esta manera Borja-Villel accede a un cargo de nueva creación que emana del 'Programa temporal para el desarrollo y encaje en el sistema museístico de arte del proyecto de ampliación e impulso del Museo Nacional d Are de Cataluña', un proyecto aprobado por el Gobierno catalán el 21 febrero.
El MNAC aprobó en 2019 trasladar su colección de arte moderno, las exposiciones temporales y los espacios para actividad educativa y programas públicos al pabellón Victoria Eugenia. El exdirector del Reina Sofía liderará así un espacio de reflexión sobre el sistema de museos catalán. Su sueldo, según publica La Vanguardia, sería equiparable al de un director general, con un máximo de 99.000 euros.
Manuel Borja-Villel (Burriana, Castellón,1957) optó el pasado mes de enero por no presentarse a la reelección al frente del Reina Sofía, donde llegó en 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, tras ganar por unanimidad el concurso internacional convocado por el Ministerio de Cultura. Tras quince años en el cargo podría haber optado de nuevo la dirección. Pero para acceder al cargo tendría que haberse sometido a un concurso de méritos.
La decisión de no presentarse a la reelección tuvo lugar después de que el diario ABC publicara que en dos de su tres mandatos había ocupado el cargo en fraude de ley, por no atenerse a las bases legales que lo regulaban. Algo que el museo negó.
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Licenciado en Historia del arte por la Universidad de Valencia y doctorado por la University of New York, con una beca Fulbright, Borja-Villel estuvo al frente de la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona desde su inauguración en 1990. Dirigió luego el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), donde estuvo diez años.
En El Reina Sofía dejó su impronta personal con la reordenación de la colección estable. La polémica marcó su gestión debido a su peculiar forma de hacer, que alternaba las exposiciones más difíciles con 'blockbusters' dedicados a Dalí a Picasso. Esto permitió superar los cuatro millones de visitas en los años anteriores a la pandemia. Sus críticos denunciaron la ausencia de muchos y destacados creadores españoles en la colección permanente del Reina Sofía y su clara inclinación hacia conceptual en unas exposiciones calificadas por algunos de «manoladas». Muestras que jamás arrastraron grandes públicos y a las que el propio Borja-Villel se refería como las de «los papelitos» para «contar la historia del arte» de otra manera.
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Hay quien estima, por contra, que con sus singulares propuestas enriqueció el discurso del arte español de los últimos cien años. Nadie duda, con todo, que situó Reina Sofía en el contexto internacional del arte contemporáneo, que estableció un sólido puente con el arte latinoamericano y que hizo que el museo funcionase eficazmente en red.
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